Miré un día la fecha del carnet de conducir y me di cuenta que hace más -mucho más- de veinticinco años que aprobé el permiso importante, "el de moto", el A (en aquella época, A2). Así que me propuse dar un poco la brasa y contaros manías y anécdotas que me han ocurrido durante este tiempo. ¿Hasta cuando? No lo sé, según me vaya acordando (algo difícil con este cerebro cada día más reblandecido que tengo), según me vayan ocurriendo... o cuando digáis basta.
109- Y, por fin, nos conocimos Manchi y yo
"Manchi es uno de esos extraños casos de "amistad virtual" llegada de Motostrail.com. El problema es que aunque Zaragoza y Valencia están relativamente cerca, no logramos coincidir... trabajo, estudios, familia, hace que todavía no nos conozcamos cara a cara. Eso sí, tengo claro que más pronto que tarde ocurrirá."
Así empezaba uno de mis 'especiales' en Voromv.com, en un proyecto en el que 'obligué' a mis amiguetes moteros a escribir alguna de sus anécdotas. Era 2015 y Manuel y yo ya teníamos una buena amistad nacida en el foro Motostrail.com, donde él fue de los primeros en leer y opinar sobre los moto rollos (éste el primero) que soltaba de vez en cuando en el foro y, posteriormente, en el blog. No sé exactamente cuándo fue la primera vez que pasamos del papel al teléfono, pero aquellas comunicaciones esporádicas se convirtieron en una buena, una muy buena amistad. Casi todo rondaba el tema moto, pues Manchi participó no sólo en algunos artículos en el blog, también en los últimos podcast que grabé, además de miles de charlas telefónicas sobre pruebas, carreras, novedades, mecánica o rutas. Pero también hubieron otras más personales, esas que, al final, hacen que Manuel no sea uno más, sino que lo considere un amigo, uno de los pocos buenos que se tiene en la vida.
Lo que no había cambiado en todos estos años eran los 'a ver cuándo coincidimos', 'avisa si viajas por aquí', 'tenemos que vernos' y frases similares. Pero había voluntad y al final la cosa cambió por fin. Manchi y su mujer Mª Ángeles estaban de viaje con su incombustible side-car y, esta vez sí, su ruta coincidía cuando yo estaba en Valencia. Por fin todo encajó. Por fin hubo saludo cara a cara, abrazo y risas. Ya tocaba...
| Una paella de verdad, como le gusta a Mº Ángeles... como debe ser |
| Mari Luz descubriendo cuan cómodo puede ser un side... lo próximo es una vueltecita |
Miguel
"A de Plata" sigue aquí:

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