17 septiembre 2022

Novedades 2023. Mac Ruby 600: la esencia de la moto británica de los cincuenta se cuela en esta década


En los años 50 del siglo pasado, las motocicletas británicas dominaban el mercado, sobre todo el europeo, en plena expansión después de la Segunda Guerra Mundial. Las motocicletas eran económicas y rápidas, perfectas para la juventud de entonces, que buscaban muchas veces destacar en carreras ilegales por ciudades y carreteras. De ahí surgió el movimiento café-racer, donde las monturas eran liberadas de todo complemento que no sirviera para ir más deprisa.

Ahora, setenta años después, un par de británicos enamorados de la motocicleta quieren plasmar esa esencia de la moto pura creando su propia marca, Mac Motorcycles, y planteando una monocilíndrica ligera, simple y de aspecto encantador. Así será la Mac Ruby 600.



Un poco de historia...
Para empezar a saber qué es y qué pretenden en Mac Motorcycles, tenemos que viajar no a Reino Unido, sino a Italia. Allí se celebra todos los años el Moto Giro de Italia, una concentración-ruta donde se participa con motocicletas de antes de 1978, con especial interés por las clásicas italianas de antes del 57. Y uno de los participantes de la edición del 2008 fue el británico Ellis Pitt, que quedó prendado de aquel grupo de motocicletas sencillas, básicas, sin nada que no fuera necesario. A su regreso al noreste de Inglaterra, descubrió en su polígono industrial un pequeño estudio de diseño de motocicletas, Xenophya Design, donde contó su idea: crear una moto extremadamente sencilla basada en el motor de la Buell Blast 500, un monocilíndrico de 493 cc refrigerado por aire, dos válvulas y varillas y balancines que, en lo básico, era la mitad de un Harley-Davidson Sporster. Allí, entre té, papel y rotuladores, sin ordenadores, se crearon los primeros bocetos de lo que sería la futura Ruby.


El ingeniero Matthew Welch, con Ian Oliver y Ellis Pitt, creadores de Mac Motorcycles, junto al primer prototipo
Tendría que llegar 2017 para que se uniera a Pitt Ian Oliver, otro enamorado de la motocicleta y ex-ingeniero en Jaguar y Land Rover para que Mac Motorcycles cobrara vida. El primer prototipo comienza a rodar y ser exhibido en ferias y reuniones, logrando excelentes comentarios... el proyecto ya no podía parar. Así que Pitt y Oliver crearon una startup con la que empezar el proyecto y, por fin, a finales de este año será realidad.

El primer prototipo, a buen recaudo...
El segundo prototipo, ya con el depósito y colín definitivos, y sin guardabarros trasero
El resultado final: la Mac Rubi 600


Así es la Mac Ruby 600
La idea principal de la Mac Ruby era que tenga 'presencia de Harley, modales de flat-tracker y manejo de Ducati'... pero la esencia americana pronto se tuvo que descartar, pues en 2010 dejó de fabricarse la Buell Blast y, con ello, el sencillo motor 'medio Sporster'. Así que la búsqueda de un motor monocilíndrico capaz les llevó a Italia, a la fábrica SWM. De allí surge el propulsor, el mismo que utilizan actualmente sus paisanos de CCM en sus Splitfire, un monocilíndrico de 600 cc (100 mm x 76.4 mm), doble árbol y cuatro válvulas refrigerado por agua. El cambio es de seis velocidades y el cárter húmedo (1'8 litros de aceite). La inyección electrónica es Mikuni de 45 mmø, con una superclásica 'lata' como filtro de aire, y los escapes unos bellos QD dobles, logrando 52 cv al cigüeñal.

El bastidor es un sencillamente bello y clásico tubular en acero, con un grueso tubo central doblado y una doble cuna que sujeta el motor por debajo. El basculante también luce en tubo de acero, con un refuerzo superior que sujeta al monoamortiguador en disposición cantilever. Éste está fabricado por sus vecinos de Nitron, un R1 regulable en tres vías. Delante vemos una horquilla invertida (¿por qué no convencional?) de los taiwaneses Fast Ace. Tiene un diámetro de 47 mm y es regulable en dos vías. Los frenos los firma Brembo en su totalidad, con un disco delantero flotante wave de 320 mmø mordido por una pinza de cuatro pistones y anclaje radial, y un disco trasero de 240 mmø mordido por una pinza monopistón. Las llantas son SM Pro Platinum, de radios y 17" ambas, con 3,50" de ancho la delantera y 4,25" la trasera. Equipa neumáticos 120/70-17 delante y 150/60-17 atrás, pudiéndose elegir entre Avon 3D Ultra Sport o Michelin Street Radial.  La distancia entre ejes queda en unos compactos 1.430 mm, aunque no se declara peso.



Estética al poder
Como es normal, la estética tenía que estar acorde con la idea de crear una moto minimalista pero elegante y con un claro aroma entre actual y clásico. Por ello vemos lo justo y poco más para poder rodar. El depósito tiene forma de lágrima, muy clásico, pero si no luce en color aluminio es porque no es de ese material sino de plástico, firmado por el especialista italiano Acerbis. Cubica 12 litros. El colín monoplaza, como pasa con el tanque de combustible, tiene un diseño distinto al prototipo azul, ahora es más largo y estilizado. El guardabarros trasero desaparece y delante vemos uno con las dimensiones correctas, sin los excesos minimalistas de algunos preparadores. Ambas piezas son de plástico ABS y fabricadas en GB. El asiento se declara a 760 mm del suelo.

El faro delantero es, lógicamente, redondo y atrás también vemos un mínimo indicador circular situado en un soporte sobresaliente, con unos diminutos intermitentes obligatorios. Todo ello es led. El odómetro es redondo y con una clásica aguja, aunque posee una pequeña pantalla TFT en su interior. En los laterales sobresale su desnudez, dejando claramente al aire el amortiguador, el filtro de aire y el tubo del chasis... aunque los anclajes de los escapes podrían haber sido un poco más discretos para no romper el efecto, además que me sigue faltando la batería, que claramente iba bajo el filtro de aire en el primer prototipo azul.



La Mac Ruby 600 no puede negar que es una moto británica diseñada por británicos, simple, ligera, elegante y con un propósito muy claro: volver a la moto pura, aquella que se pilota y no se domina. Como se puede entrever, será una moto de pequeña producción y a un precio no declarado aunque lógicamente alto. Pero seguro que el se haga con una la disfrutará tanto con la vista como, sobre todo, bailando en su carretera de curvas favorita, con la ligereza, el sonido y el tacto del monocilíndrico endulzándolo todo. La moto como siempre fue.


¡¡¡Me la pido para reyes!!!




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