30 mayo 2023

Un buen amigo se ha comprado una QJ SRT 700. ¿Ha llegado la hora de olvidar los prejuicios sobre los fabricantes chinos?


Esta es una pregunta que creo que no solo me hago yo, sino que es bastante común entre los aficionados. Aquellos tiempos en los que hablábamos de calidades de materiales dudosas y de una durabilidad bastante escueta, es posible que hayan pasado a la historia, al menos en parte.

Y esta pregunta viene a raíz de la compra de un buen amigo, de una QJ SRT700, una máquina con un aspecto formidable y que tiene la promesa del fabricante Qianjiang, de estar fabricada con los mayores estándares de producción y los mayores controles de calidad, algo que no tenemos por qué dudar. De hecho, el fabricante ofrece una garantía de 6 años en todos sus modelos o 75000 kms. Obviamente, si no estuvieran seguros de su producto, no creo que ofrecieran tal servicio.

Siempre nos asaltará la duda de si vamos a tener un servicio QJ motor en cualquier lugar al que vayamos. Es fácil que encontremos un concesionario Yamaha, Honda o incluso de fabricantes europeos tradicionales, pero no creo que sea tan sencillo encontrar un servicio de esta marca. Al menos de momento, porque los planes de expansión son tremebundos. Tened en cuenta que está prevista una transición eléctrica en todo tipo de vehículos, aunque bien es cierto que se están alargando los plazos. Pienso que el tiempo que tienen para comerciali
zar los motores de combustión interna va a ser limitado, por lo menos en algunas regiones como la nuestra Europea.

Para quien no lo sepa, QJ Motor pertenece al grupo Geely, que engloba a empresas fabricantes de automóviles como Volvo, Polestar, Lotus, la propia Geely y Protón. El músculo económico de este grupo es enorme y precisa una expansión inmediata de su negocio, para cumplir con sus planes de crecimiento, que son bastante más ambiciosos de lo habitual. Además no penséis que QJ fabrica motos desde hace cuatro días, puesto que es un fabricante que lleva 30 años vendiendo a un total de 130 países y regiones geográficas diversas. Por cierto, si tienes una Benelli también pertenece a este grupo.

Los precios no son los tradicionales chinos, es decir, no son escandalosamente económicos pero sí que son mucho más bajos que sus homónimos japoneses o europeos. Por lo que he podido averiguar, la relación calidad-precio sí que es absolutamente favorable. La estética la podríamos denominar Europea, por lo que no estamos hablando de un producto realizado exclusivamente para el gusto asiático, más dado a estrambotes y fuegos artificiales.

Sí que he podido averiguar, en diferentes pruebas, que hay cuestiones que deberían ser pulidas un poquito más como el peso en algunos modelos, que no obedecen más que a utilizar materiales clásicos que tienen un coste lógicamente menor. Ni que decir tiene, que si quieres fibra de carbono tendrás que pagarla a precio de fibra de carbono, pero si quieres cromo molibdeno pues va a tener un precio bastante menor, lo que es inversamente proporcional a su peso.

Curioseando un poquito en el catálogo de la marca, os puedo decir que hay un modelo que me ha encantado y que tiene las características que necesitaría un motero veterano, que está de vuelta de todo. Normalmente un motero mayor solo quiere fiabilidad, poco coste y ninguna complicación. Estoy hablando de la SRV 550, que es una A2 con una pinta neoclásica que de verdad me encanta.

No estoy haciendo ningún tipo de publirreportaje sobre la marca. De hecho, sabéis que en esta humilde publicación, no somos ni muy dados, ni muy requeridos para ello, todo hay que decirlo. Sin embargo, sí que os puedo decir que este tipo de iniciativas serias y que no van a quedar en el olvido tan fácilmente, dejando tirados a sus usuarios me parecen dignas de mención.

Si tenemos que ceñirnos a una referencia existente, para poder comparar sus virtudes y sus defectos, no tenemos más que dirigirnos a Benelli, que salvo algún problema, no endémico, en algún modelo en concreto, no tienen un historial crítico ni muchísimo menos. Siempre se ha criticado su peso, como he dicho antes, pero también tienen sus buenas características para rutear, con unos motores que están aguantando ya kilometrajes muy importantes. He podido ver por ahí, alguno ya rondando los 100.000 km y sin más complicaciones que las que pudiera tener cualquier modelo similar de un fabricante japonés o europeo.


Si os tengo que ser completamente sincero, no acabaría de tener claro si gastarme los casi 9000 euros que vale el modelo de Trail 800 cc, hasta que no pasara un poco más de tiempo. Pero también os tengo que decir que ese modelo de 500 que os he comentado, sí que me apetecería mucho tenerlo y disfrutarlo, porque sigo pensando que con una 500 te lo puedes pasar muy bien y que es suficiente para la mayoría de usos que yo le pudiera dar. Evidentemente, cada cliente es un mundo y tiene sus necesidades, pero lo que sí que tengo claro es lo que necesito y a estas alturas ya no fantaseo con tener un tipo de moto por la ilusión de hacer cosas que no acabaré haciendo nunca... Creo que ese tiempo ya ha pasado para mí.

Así pues, aquí lo dejo en vuestro conocimiento. Un buen amigo se ha comprado moto, por lo cual le he felicitado sincera y calurosamente. Estoy seguro que tiene la ilusión y el brillo en los ojos de todo motero de bien, cuando estrena moto. Ahora solo espero que le dé el resultado que espera y que la compra haya merecido la pena.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que está claro es que las empresas europeas y más, llevaron su producción a China, por lo tanto llevaron también su manera de hacer. El problema es comprar un producto, a precio algo reducido donde los derechos de los trabajadores son vulnerados comparados con otros paises que también ofertas mismoa productos, y nosotros, siempre apollandoal empresario por ahorrar 4 pesetas.

Bigwave dijo...

Es clavadita a la Triumph...Si cumplen las normas Euro igual se quedan con una parte del mercado que los japoneses estan abandonando...

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