06 abril 2011

Mi primer recuerdo motero.

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Mi primer recuerdo motero data de cuando tenia unos 6 ó 7 años. Y recuerdo los hechos como si hubieran ocurrido ayer.

En la Cruz de Mislata, un pequeño pueblo aledaño a Valencia, siempre estaba aparcada una Montesa Impala preciosa. Estaba limpia y reluciente. Daba gusto verla.
Cuando salia del colegio Santa Cruz, en la misma plaza, el sol incidía en ella y daba unos reflejos justo en la zona de la puerta del colegio. Todos los días iba  a verla. Me atraía irremediablemente.

Que maravilla......

La pilotaba un tío con pantalones de campana, ceñidos como la camisa siempre impecable que vestía. Siempre llevaba unas gafas de pera con cristal verde y montura dorada.....
No era difícil verle sacando brillo a la impala con un trapito blanco.
Esa Impala era especial. Tenia unos cromados y un brillo en la pintura que las otras no tenían.

Recuerdo que un día, en que estaba especialmente obsesionado, me acerca  a ella con otro animo, con otra mirada.....
Tenia casi la misma sensación de cuando me acerque a aquella chica que me gustaba y le robe un beso.

Apresuradamente busque la palanca de arranque y subiéndome por el estribo me dejé caer sobre ella. Dios, se lo había visto hacer decenas de veces, a aquel muchacho.
Inmediatamente su corazón comenzó a latir. Palpitaba con el gozo de haber vuelto a la vida. Estaba funcionando para mi, y solo para mi...... Mi corazón casi latía al mismo ritmo.



Pero el primer sentimiento de euforia fue cambiando a pánico. Preso de él me puse a manotear nerviosamente en el manillar, depósito.... Tenia que encontrar la manera de pararla. No pude. Sin saber por qué, comencé a correr.

Al día siguiente, al salir del colegio, me encontré muy mal. Vi a aquel chaval sacándole brillo, una vez mas, a su moto. Me acerque a él.

- Perdone señor.
- Uy ¿y tu quien eres?
- ..........
- ¿Que quieres?
- Ayer arranque su moto.
- Vaya, fuiste tu ¿eh?
- Si
- ¿Y porque lo hiciste?
- No lo se, pero tenia que hacerlo.
-...........
- ..........
- ¿Te gustan las motos?
- (sonrisa) Mucho, pero la que mas me gusta es esta.
- Es bonita ¿eh?
- Siiiiiii
- Quieres que te de una vuelta
- ¿Si?¿puede ser?
- Claro. Venga sube....

De un salto me encarame al amplio asiento del pasajero y me aferre a la cintura de aquel chico. Tan fuerte, que me tuvo que aflojar un poco los brazos. Los nervios me atenazaban.

Cerré los ojos y noté que la moto comenzaba a moverse. Sus vibraciones me recorrieron todo el cuerpo, como una descarga eléctrica.
Cuando me atrevía a abrirlos ya estábamos rodando por la calle Valencia.
Fueron 500 metros, pero os aseguro que fueron los 500 metros mas intensos de mi vida.

Nos hicimos amigos. Mi amigo Jose.....
Con el paso del tiempo, la barriga no le permitía ya ponerse esas camisas tan apretadas, pero siempre que le veo está igual de bien vestido, pulcro y perfumado como siempre. Ya con 60 años sigue siendo motero. Tiene una flamante FJR 1300, que a veces sigue aparcando en el mismo sitio donde aparcaba aquella preciosa Impala.

Y recuerdo una frase que me dijo después de haber dado aquella mágica vuelta:
Lo que has demostrado por la moto es amor. Tu serás un buen motero.

Aquello me llenó de orgullo y seguramente me incitó a querer mas a estas máquinas, y a este mundillo.
No se si seré, soy o he sido buen motero, pero hay veces que siento aquel cosquilleo en el estomago, cuando me acerco a mi moto para arrancarla.....
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2 comentarios:

paxau dijo...

Muy bueno el artículo...

Yo mis primeros recuerdos son muy lejanos, casi no recuerdo imágenes. Son tres recuerdos que tengo mezclados y que no se cual de ellos ha sido más importante en mi vida, aunque posíblemente...

Cuando huelo a puro, a farias, ya estabais pensando mal. Recuerdo que cuando era muy pequeño mi tío tenía un taller de motos, cuando huelo a puro recuerdo el olor a grasa, las pegatinas del mostrador y motos desmontadas. Una mujer alta rubia que hacia de mecánico, junto con mi tío y otro socio. La zona de ventas, el taller y el altillo jejeje... motos desmontadas, piezas. Mi tío tuvo el taller hasta que yo cumpli los 8 años. Este recuerdo creo que es el por qué de mi afición por las motos, y por como tengo el garaje jijiji...

Pero el primer recuerdo que tengo de ir en moto es justamente, en un almacén de naranjas que tenia el padre de mi tío, allí me montaron en una mimibike, no recuerdo ni forma, ni color. Tan sólo que mi cuerpo cabía jejeje así que de eso hace muchos, muchos años. Yo cálculo que tendría 4 años o incluso menos por que no recuerdo absolutamente nada de la moto. Tan sólo hacer circunferencias en el patio del almacén, debía de ser muy pequeño.

Y entre uno y otro recuerdo jejeje cuando mi tío me llevaba a las carreras de motocross, él gran aficionado, incluso corrio algún territorial en los 70, no se perdía ninguna y de vez encuando me recogía con un sinca 1200 rojo y nos ibamos a las carreras... mucho polvo y como no, olor a puro...

Un saludo.

mianca dijo...

Muy bueno el artículo y sobre todo, emocionante ese primer recuerdo. Yo la primera vez que me monte en una moto, fue una Torrot City y llevándola yo con 12 años, fue toda una experiencia. Lo que si que recuerdo, teniendo esa misma moto como mía, fue preguntándole a mí hermano que tenía una Torrot Cross 50 verde metálico, como hacía para saltar, como podía hacer esa maravilla y él me contesto, depende del salto, pero por norma en tercera y a tope. Desde ese día soñé con tener una Torrot igual y para poder experimentar ese salto.
Por cierto, la Torrot City la heredé de él.

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