Wayne Gardner fue el prototipo de piloto que no se puede decir que fuera un talento natural, ni un prodigio de técnica. Su estilo se basaba en forzar las situaciones mas allá del límite de lo razonable. Su consigna era "darle al mango" al máximo, para después afrontar las consecuencias.
Aunque las motos eran violentas en su época, y mas la Honda de 500 cc, en sus diferentes evoluciones, comenzaban a permitir mas excesos que las precedentes. El "vencer o caer" creo una manera diferente de pilotaje, que por otra parte era muy australiana. Pilotos amables y educados, de sonrisa permanente y brillante, que eran auténticos "asesinos a sangre fría" en la pista.
Pese al "todo o nada", consiguió un título mundial y un lugar en la historia motociclista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario