Las chicas que intentaban conducir acrobáticamente una moto eran consideradas una especie de forajidos, de ser masculinas. Lo mas propio era conducir bicicletas en el circo, haciendo unos numeritos sencillos que destacaran la gracia y la armonía de movimientos. Todo dentro de acciones poco estridentes en las que el recato fuera característica predominante.
Pero a base de tesón, y demostrando mucho mas que los chicos (como siempre), consiguieron demostrar que eran pilotos de calidad y que eran capaces de ofrecer un espectáculo similar al que ofrecían los hombres, manejando máquinas rudimentarias (no siempre accedían al material mas moderno) increíblemente difíciles y pesadas.
Fuera de el mundo del espectáculo, al llegar las dos grandes guerras mundiales, ante la escasez de mano de obra masculina, que estaba en los diversos frentes, era menos difícil ver a mujeres en la vida cotidiana, conduciendo motos para el reparto postal y también en diversas acciones militares.
Hay algunos ejemplos, en esta ocasión os mostraré dos, en los que estas chicas vencieron las adversidades, y consiguieron llegar a ser importantes en ese mundo dominado por los hombres.
Mujeres como Cookie Crum llegaron a ser profesionales del Stunt, demostrando a todo el mundo que ellas también tenían esas habilidades. Con tan solo 18 años d edad, y en 1949, se convirtió para todo el mundo, en "Miss Cookie: Reina de los temerarios", y fue contratada por Motor Drome, con las mismas condiciones que cualquier piloto y siendo la atracción principal. cookie, fue incluida recientemente en el salón de la fama de Sturgis. Algo al alcance de muy pocos.
La gran Cookie Crum en el muro de la muerte de Motor Drome |
Lillian La France, cuyo verdadero nombre era Lillian Ossage, también hizo una vida dentro del mundo de las acrobacias en moto. Nació en 1894, y se convirtió en uno de los más famosos pilotos de acrobacias, del mundo. Fue conocida como "La chica que coquetea con la muerte". A menudo se le pudo ver con camisetas con calavera y tibias cruzadas, como la típica insignia pirata y enfundada en sus pantalones de montar a caballo. Era una vestimenta típica para los pilotos temerarios de la época.
Lillian La France demostrando su equilibrio ante la atenta mirada de sus compañeros. |
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