13 octubre 2011

Moto Guzzi V7 Clubman Racer. La belleza clásica.


Aunque ya se han escrito muchos artículos acerca de esta belleza, aquí en VOROMV, aún no no habíamos hecho eco de ella.

Esta moto ofrece de serie, todo aquello que algún afamado preparador de Cafe-Racers, podría darnos como moto artesanal. Y es que el buen gusto, y mimo,  a la hora de fabricarla, dan como resultado una moto verdaderamente deslumbrante.

Las prestaciones de su motor 750 cc, con 48'8 cv, pueden parecer modestas, que lo son, pero Moto Guzzi no ha pretendido competir en el mercado de las cifras.
Lo que han pretendido es realizar una moto que te provoque una sonrisa cada vez que la ves, y que provoque la atención de todo aquel que pase al lado de ella. Sin embargo se trata de una moto fácil de conducir, con un bajo mantenimiento, bajo precio de adquisición (relativo) y con prestaciones suficientes para divertirse y disfrutar de ella, en cualquier circunstancia.
La elección del motor 750, se ha hecho en función del peso y volumen. Los motores "grandes" de Moto Guzzi, son demasiado aparatosos para una moto de estas caracteristicas, que buscan la ligereza y sencillez, como principales premisas.

Detalles como el depósito cromado, los amortiguadores multirregulables, colectores de escape forrados de fibra térmica, placas portanúmeros, semimanillares clásicos, le dan una estética arrebatadora.

Moto Guzzi ha sabido fabricar una moto, que a nadie le disgustaría tener en su garaje. Una moto "autentika" de verdad, que rememora una época del motociclismo europeo. No como otras "autenticidades importadas", que no tienen nada que ver con nuestra historia motociclista.
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