02 agosto 2011

Operación Verano: Un siglo XXI sin grandes sport monocilíndricas (1 de 3)

Operación Verano.
Lo siento chicos y chicas, pero uno de los problemas graves de no tener un portátil es no poder escribir para vosotros. Además, que entenderéis que algunos estamos de "vacaciones"... esto es, los niños lo están, y los padres tenemos que cuidarlos. Así que difícil lo tengo para escribir.
Pero bueno, aprovechando que cuando iniciamos Voromv nos leía poca gente... ¿porqué no  "desempolvar" mis primeros envíos? Así que permitirme la osadía y haré como en las cadenas de televisión: reposiciones para verano.
Nos leemos de nuevo (y con nuevo) en septiembre.
-Parte 1. El single “moderno”


Chasis artesanal con motor Suzuki DR Big
Chasis Spodon con motor Yamaha XT 5v.
















A principios de los años 80, auspiciados por la categoría “superiores a 500 cuatro tiempos” en Enduro y, sobre todo, por el inicio mediático del Rally Paris-Dakar, el motor de un cilindro 4-T vivió un auge inusitado. De aquellos simples que apenas cubicaban 500cc y rendían escasamente 30cv, se pasó a cárteres más compactos que incluían ejes de equilibrado anti-vibraciones, culatas de cuatro válvulas, mejoras en el arranque con mayores compresiones, carburadores complejos de simple y doble cuerpo, y, sobre todo, se alcanzaron los 100mm de diámetro de pistón, rondando los 650cc y 50cv.

Ducati SuperMono 550.
Auténtica Carreras -Cliente
MuZ RennScorpion 660














Con toda esta pléyade de motores era normal que pronto surgiera una categoría para correr con ellas en asfalto. Con el nombre “Sound of Singles” (el Sonido de las Monocilíndricas) competir con ellas se convirtió en un fenómeno mundial, sobre todo en países como Japón, Gran Bretaña, EE.UU. o Italia. Corrían en Daytona, la Isla

 de Man, Suzuka o Misano. Los preparadores florecieron (sobre todo para el motor Yamaha) y algunos prototipos eran verdaderamente sofisticados, con inyección (cuando apenas existía), culatas radiales o con conductos “en cruz”, y chasis que no envidiaban en nada a las motos de Gran Premio.

Bimota GB-1, con motor
Gilera 750 proto ex-Dakar




Todo ello hizo que incluso algunas marcas entraran en liza: Ducati, Bimota, MZ, Husqvarna o Yamaha apoyaban de una forma u otra a equipos. La tecnología de GP se veía con la participación de JJ-Cobas, Harris, Spodon o Gallina. Ducati sacó la SuperMono

, una auténtica carreras-cliente para privados.







Yamaha SZR 660
Pero, curiosamente, las monocilíndricas deportivas de calle no cuajaron, porque la evolución de los motores se frenó. En Enduro comenzaron a utilizarse motores más pequeños en cilindrada y tamaño, y más caros de mantener. En el Dakar, pese a los 750cc que gastaban Gilera o Yamaha, acabaron por imponerse las bicilíndricas. En la calle, los motores se instalaban en trail-asfalto de corte urbano y fácil de conducir. Y la llegada de una nueva generación de deportivas de cuatro cilindros que bajaban con facilidad de los 200 Kg. hizo que el público, sencillamente, no las quisiera por su bajo rendimiento en asfalto.






Gilera Saturno 500
Bimota BB-1, con
motor BMW F-650














(Continúa dentro de dos días)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y ahora volvemos a las monocilindricas, ya en moto3, y de seguro en las calles. Las regulaciones de velocidad cada dia más rigurosas en Europa. Y el mal estado de las calles Aqui en Venezuela (por ejemplo) No te permitirian disfrutar al maximo una moto demasiado prestacional. A buen seguro las motos de baja cilindrada volverán a mandar.

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