Aquí en Valencia, la situación es mas opresiva si cabe. El sol primaveral en estos días está siendo un tanto esquivo, pero cuando luce e inunda todo de esa luz blanca, que tan bien supo plasmar Joaquín Sorolla, nos deja un sabor extremadamente agridulce.
Tenemos las fallas suspendidas/aplazadas. En ellas hay un acto que para mi es principal de estas fiestas, La Ofrenda. En ella se agradece a la Mare de Deu, las intervenciones que ha tenido, y donde también se le pide el cumplimiento de nuevos y buenos deseos. Porque nuestras "Maredeueta" es buena y comprensiva.... como todas las madres.
Lógicamente, los valencianos tenemos que hacerlo este año de manera virtual, con sentimiento pero con mas distancia, de manera mas impersonal, aunque si cabe, mas íntima. Como comprenderéis, lo que le pedimos a la Virgen es mas que evidente. Si hace falta que lo diga, es que no conoces como somos los valencianos y valencianas. Entregados, apasionados, solidarios, bromistas, confiados... y muchos mas adjetivos que podríamos atesorar. En todos los casos, impregnados de inocencia. Así nos pasa a veces....

Pero una situación ideada por algún ser maligno del averno, nos ha sumergido en una situación tan desconcertante, como depresiva. Un virus, que en principio no parecía peor que una gripe convencional, nos esta obligando a tomar unas determinaciones, que hace tan solo unas semanas hubiéramos tachado de loco, a quien las hubiera insinuado. Ya veis.... esa escena de película de serie B, hecha para quedarnos dormidos en la sobremesa, la tenemos aquí, y ha llegado sin casi darnos cuenta. Un problema epidemiológico que nos ha paralizado, con unas consecuencias que aún no logramos vislumbrar, pero que no sugieren nada bueno. Esperamos empleos perdidos, ilusiones rotas y mas muertes, no queremos hacernos a la idea, pero el futuro incluirá estos ingredientes.
Además, este virus se está cebando de manera muy especial con parte de quienes son homenajeados este día, con nuestros padres. Lloramos su ausencia, quines no los tenemos. Pero los que tenéis la suerte de contar con ellos, estáis asustados. Ni siquiera tenemos la oportunidad de estrujarlos entre nuestros brazos, de besuquearlos y achucharlos. Tiene que ser de manera virtual, como cuando homenajeamos a la Mare de Deu.
Pero tenemos que seguir adelante, no queda otra. Y tenemos que hacer frente a esta amenaza invisible y silenciosa. La ciencia nos ampara y vivir en el primer mundo nos protege. No tenemos excusas para desobedecer los consejos de los que mas saben, de los que con su conocimiento nos darán las instrucciones para salir de esta, lo antes posible. Llevamos muy pocos días confinados, y los siguientes van a ser muy duros, incluso desesperados en ocasiones, creedme. Así que tenemos que sacar lo mejor de nosotros mismos, para vencer en esta lucha, sin concesiones, sin flaquezas.
Tenemos que tener esa fortaleza. Se la he pedido a la Mare de Deu, y no dudéis que nos ayudará, siempre lo hace. Las madres y los padres, son siempre buenos y comprensivos...
1 comentario:
Si Dios quiere.Animo!
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