Se ha ganado a pulso la etiqueta de favorito. Joan Barreda acumula 16 victorias de etapa en el Rally Dakar, más que ninguno de sus rivales. Sin embargo, otros se llevaron un Touareg a casa estos últimos años y él todavía no lo ha logrado. Sigue buscando ese título que se le resiste, montado en una Honda cada año más completa (y fiable) y sin renunciar a su estilo. Le gusta correr. Y por mucho que este año las pistas y los caminos sean la excepción en un Dakar repleto de kilómetros de arena, ha demostrado ya en la primera jornada de qué pasta está hecho.

Laia Sanz, la única piloto de toda la categoría de motos que ha logrado terminar las ocho ediciones en las que ha competido, empezó la primera prueba con calma, sabedora de que esta es una carrera de obstáculos. Y, con especial tranquilidad este año después de que los últimos meses tuviera que renunciar a las mejores competiciones para preparar el Dakar por una grave infección vírica y bacteriana que la tuvo tres meses sin apenas poder moverse. Terminó este lunes 31ª después de ceder 12 minutos ante el ambicioso tiempo de Barreda.
Fuente: El país
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