24 julio 2013

CON EL "A DE PLATA" EN EL BOLSILLO. 36- Cumpliendo el sueño: probando una SuperMoto de competición (y mejor si son dos)

Miré un día la fecha del carnet de conducir, y me di cuenta que hace más de veinticinco años que aprobé el permiso importante, "el de moto", el A (en aquella época, A2). Así que me he propuesto daros un poco la brasa y contaros manías y anécdotas que me han ocurrido durante este tiempo. ¿Hasta cuando?... no lo sé, según me vaya acordando (algo difícil con este cerebro cada día más reblandecido que tengo)... o cuando digáis basta...

36- Cumpliendo el sueño: probando una SuperMoto de competición (y mejor si son dos)



 A veces, cuando más aburrido estás, el destino te da un respiro. Y eso es lo que me pasó el sábado 20. No sé porqué por la mañana abrí mi facebook (no lo miro nunca) y encontré una foto de nuestro Pequenyo con el cartel de la carrera de Resistencia Vespinos que organizaban los chicos de Los Abetos. 


La KTM SMR 450 de Eric Bougelet
-Ufff… con el calor que hace. 
-Ufff… cuarenta kms de autovía… 
-Ufff… a la hora de la siesta…
Al final me lo replanteé: o salía de casa o seguía pensando en la mona de pascua. Así que después de decidir entre moto o coche (moto ¡claro!) me puse mi traje de verano, cogí el casco de cross (menos caluroso que el integral), pequé con las zapatillas de deporte (en el traje de verano puedo quitar con una cremallera la mitad inferior de las perneras y así ir en pantalón corto), eché 
Espectacular el equipo de frenos Beringer... 
en una mochila la documentación, el móvil y un gorro de paja para proteger la incipiente calva. Y para allá.

En la zona enseguida encontré amigos a los que saludar. Voro con un peto amarillo controlando que la carrera saliera bien; Zape, Jose y Adri preparándose para la carrera; Paxau organizando el equipo de Esteve y Bougelet; y otros más de los que no sé el nombre pero que nos conocemos de vista. Ambiente.

Total, que las Dos Horas llegaban a su fin. Yo había hecho fotos (las que os enseñé aquí); llevaba las manos un poco sucias de ayudar a un equipo que no conozco a desmontar una rueda; había charlado con Voro mientras devoraba un pincho de salchicha con quinto; y había disfrutado de un rato de conversación con Eric Bougelet, sobre él (lo que os conté aquí) y sobre 

...y no menos la trasera, presidida con dos "cañones" Remus
su moto, una maravillosamente preparada KTM SMR 450: horquilla WP factory Cone Valve de 52mmø de aluminio y amortiguador WP Trax con todo tipo de regulaciones y que se ablanda al acelerar para ganar tracción; neumáticos Goldentyre; frenos Beringer con pinza de anclaje radial de cuatro pistones y bomba también radial BRO 10 (aunque según Eric realmente son 14'5mmø); manillar Renthal con anclaje PDS semiflotante para amortiguar golpes en las caídas de los saltos cogida a una tija X-Trig que permite modificar el off-set; motor con pistón de alta compresión ProX, escapes dobles de titanio Remus, centralita HPI, filtro de aire DNA, manguitos de silicona, embrague antirrobote Adige APTC con campana de titanio accionado por bomba hidráulica Beringer… Vamos, una auténtica maravilla al alcance de muy pocos. Sólo la horquilla vale 8000€… alquilarla.


Saliendo con la moto de Eric a dar una vuelta... o dos... o tres... o lo que me dejen
Ahí estoy, en ese maravilloso mundo prohibido de la orfebrería mecánica, cuando de pronto Paxau se me acerca:
-“¿Te has traído equipo de moto?”
-“Sí, bueno, llevo el traje de verano, casco y guantes.”
-“Pues venga, prepárate porque cuando se acabe la Resistencia habrá una exhibición de Supermotard antes de la carrera de 50cc. Ahí probarás la moto de Eric”
De pronto, mi estómago empieza a darme sensaciones raras… -“joer Vicente, no llevo botas”
-“No pasa nada, tengo unas del 46 en la furgo. Venga, prepárate”


Bueno, tuve tiempo para ir al baño químico a eliminar algo de peso, me puse el equipo incluidas unas botas que me venían perfectas y a “la isla” que había en pista, donde estaban expuestas unas bellas Bultaco. Eric y Jose Manuel Esteve estaban dando unas vueltas, con caballitos, derrapadas y algún burn-out, para deleite del público. Paxau hace un gesto a Eric y éste para, se baja y me cede el manillar.
-“Ve con cuidado con el freno, es muy potente. Poco más” Me dice Eric, con apenas acento en su muy buen español.
-“No te preocupes, sólo me voy a dar un par de vueltas en plan nena, no tengo intención de caerme”. Algo que tenía clarísimo: estoy mayor, fondón, falto de ritmo… vamos, que seguro que ningún ojeador va a pedirme que firme un contrato para correr con él tres temporadas

Me subo y es “como todas”… como todas las motos de Cross y Enduro de hoy en día: estrecha, de asiento duro, con todo absolutamente en su sitio (un placer el que Eric sea incluso un poco más alto que yo), con un motor que sube de vueltas en un suspiro pese a ser un monocilíndrico y con un embrague de auténtica mantequilla. Primera y salgo.
¿La verdad? Pues como si fuera mi moto de toda la vida: Un tacto de gas perfecto, sin holguras. Un motor suave, sin brusquedades, y que, además de aguantar 
mis “segundazos” con apenas un traqueteo y sin ruido estridente de escape, acelera con alegría pero sin intimidar (tampoco había tanta recta… y posiblemente yo tampoco tengo tanto juego de muñeca… :-D ). Un freno potentísimo, pero que se dejaba tratar al tener un mordiente progresivo. Y la suspensión delantera… ahhhhh…. simplemente insinúas donde quieres ir, y ahí entra la rueda, sin hundimientos raros, sin esfuerzo de ningún tipo. La dirección no se sacude nada, por mucho que abras fuerte en primera y segunda, llevando la rueda “ligera”. Del amortiguador ni me enteré…. buena cosa ¿no?


Un gesto de Paxau y “a la isla”. Eric debía de seguir con la exhibición, que para eso es el piloto. Y la sorpresa no termina: un gesto y ahora es Jose Manuel Esteve el que me cede el manillar de su Suzuki RMZ 2012 ¡¡vaya gozada!!.
También tuve la suerte de salir con la Suzuki de Jose Manuel Esteve ¡¡doblemente afortunado!!
 Su moto está a un nivel de preparación similar a la de Eric, no os creáis. Eso sí, Esteve parece tener -como todos los pilotos- otra forma de ajustarla. De entrada el puño de gas tiene algo de holgura, pero un freno para mí mucho mejor, menos poderoso, por lo que lo dosifico con más facilidad… algo que seguro que si hubiera habido tierra yo lo hubiera agradecido mucho. La suspensión delantera la noté algo más blanda, cosa que sobre todo achaco a que Eric apenas pesa seis u ocho kg. menos que yo, pero Jose Manuel seguro que son veinte mínimo. Total, que la vi más accesible al ritmo de abuelito reumático que hice que la de Eric… aunque si me dijeras “mañana sales en una carrera de SM” posiblemente me quedaría con la de Eric -por las suspensiones- con los frenos de Esteve. Pero bueno, son apreciaciones de un novato total en SuperMoto de competición.

Jose Manuel con su Suzuki... otra moto que tampoco "está descalza" precisamente
Luego, hablando con ellos después de la exhibición, más sorpresas. Jose Manuel me preguntó cómo veía las suspensiones:
–“¿Yo? ¿Quieres mi opinión? La verdad es que la veo algo blanda, pero no tengo experiencia ni ritmo para decirte nada”
-“Claro, esto va por estilos de conducción" (n.r.: y seguro que más todavía con el peso tan diferente). "Yo aún la quiero más blanda, toda la moto más blanda, para sentirme a gusto”
Eric coincidía conmigo en que, aunque yo vengo de una Trail de suspensiones largas y llanta de 21”, a la hora de la verdad me gustó su moto porque siempre se acaba buscando una suspensión firme, que no mueva la moto… como llevaba yo la XR 600 que me permitía regularle tanto muelle como hidráulicos. Está claro que yo cuando era joven “y rápido” ni me hubiera acercado al nivel que tiene ahora que está retirado de la alta competición, pero es bueno ver que, a la hora de la verdad, una moto es una moto y siempre acabarás en unos reglajes concretos cuando lo que buscas es ir rápido. O lo que tú consideras rápido, que es lo que me pasa a mí…


La verdad, por un momento me volví a “sentir piloto”... una sensación placentera, aunque apenas seas capaz de terminar el penúltimo en todas las carreras en las que participaste. No voy a poner lloros de ojalá la hubiera probado de joven, porque eso es una tontería, no ocurrió y punto. Lo que importa es el AHORA, en las que puedo, de una forma más relajada, seguir haciendo muchas de las cosas que hice hace más de dos décadas… o quizá mejor, aplicando la calidad que te dan los años de experiencia. Para ello hace falta tener a tu lado gente que te lo demuestre, y eso sí lo tengo. Gracias amigos.


Gracias a Paxau, por convencerlos, y a Eric y Jose Manuel por permitirme malgastar un poco de su gasolina...
 l3  ¡¡Pulgar en alto!!




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