Miré un día la fecha del carnet de conducir, y me di cuenta que hace más de veinticinco años que aprobé el permiso importante, "el de moto", el A (en aquella época, A2). Así que me he propuesto daros un poco la brasa y contaros manías y anécdotas que me han ocurrido durante este tiempo. ¿Hasta cuando?... no lo sé, según me vaya acordando (algo difícil con este cerebro cada día más reblandecido que tengo)... o cuando digáis basta...
29 (dos)- El "Proyecto LS". Sueños irreales... y otros no tanto...
La verdad es que la Yamaha TDM 850 me enseñó qué es lo que yo quería para lograr una moto que fuera un "pepino" en curvas y luego me permitiera viajar o hacer recados con comodidad. Y la luz se hizo un verano del 1996. En el La Moto de ese mes mi añorado César Agüí probó una Honda CBR 900 RR del 92 con un kit Roca de manillar y carenado alto. De repente ahí lo tenía todo: mucho más ligera que mi TDM (sobre los 200kg, cuando la 850 pasaba de 220kg), mejores frenos, mejor calidad de suspensiones... y encima 130cv contra los apenas 80 de la Yamaha. La verdad es que le di muchas vueltas a vender la TDM e intentar conseguir un siniestro de CBR 900 RR al que darle nueva vida... pero la lógica actuó y me dijo que no podía permitírmelo. Así de simple. Al verano siguiente nació Rubén, mi primer hijo.
Años después, 2003. Ya conté en otra ocasión que la TDM ya estaba viejita (doce años y casi 100.000kms) y encima apenas la gastaba; la Bultaco Frontera también estaba justa; y no había un duro para ninguna de las dos, más con Ruth cumpliendo dos años y Rubén creciendo a lo loco. Así que después del fallido intento de seguir con dos motos (cambiar la Mk11 por una Montesa H7, y la TDM por una Dominator o XT 600) hice la jugada más loca: una sola moto que apenas pidiera pan pero me diera toda la juerga que todavía podía aguantar... y compré la Honda XR 600, "la Vespa de 600cc". El porqué fue simple: unos años antes hablé con un hombre que tenía una, con guardabarros bajo, desarrollo largo y neumáticos de asfalto
-"¿porqué una moto tan todoterrenera como esta la has hecho tan de carretera?"
-"Porque era de mi hermano, y él me la dio a cambio de mi Vespa, que destrozó en un accidente. Así que me muevo con esta para ir al trabajo como hacía con el scooter, como no tiene batería ni historias el mantenimiento es muy bajo... pero cuando le abro es una 600cc endiabladamente divertida"
Como imagináis, ese argumento lo llevé -lo sigo llevando- grabado a fuego. Y cuando llegó el momento de venderlo todo no lo dudé: una Honda XR 600. La moto me dio grandes satisfacciones, me divertía mucho por campo (mi asignatura pendiente), en carretera era genial ver la cara que se les quedaba a los "RR que RR" al pulirlos, quedaba muy auténtiko el arranque a palanca, y encima era muy económica. El problema fue simple: al año siguiente compramos una caravana y comenzamos a pasar todas las fiestas y fines de semana en el camping... 40kms de aburridísima autovía a velocidades casi peligrosas de lo lentas que eran por culpa del desarrollo corto (140km/h de tope... no habían más revoluciones con el escape con tapón), que además devoraban los tacos como si fueran de goma de borrar. Sí, le puse un desarrollo más largo (160km/h) y neumáticos cada vez con menos taco, pero seguía teniendo un crucero lento, la luz era muy pobre y la autonomía muy corta. Encima en campo ahora el desarrollo se quedaba largo, los neumáticos sin tacos no eran nada seguros, y para redondearlo llegó nuestra querida Ley de Circulación por Montes... Con todo, la gocé muchísimo durante esos seis años, pero no la preparé "a mi gusto" por falta de dinero (motor abierto, depósito grande, mejores suspensiones) y lo máximo que le hice fue ponerle dos retrovisores, las luces legales, estriberas para llevar a los niños... y un montón de decoraciones con vinilo...
Tercera parte: soñando con lo que hay... que puede ser mucho...
Mi "Raptor 900" con su decoración gris y negra. |
Años después, 2003. Ya conté en otra ocasión que la TDM ya estaba viejita (doce años y casi 100.000kms) y encima apenas la gastaba; la Bultaco Frontera también estaba justa; y no había un duro para ninguna de las dos, más con Ruth cumpliendo dos años y Rubén creciendo a lo loco. Así que después del fallido intento de seguir con dos motos (cambiar la Mk11 por una Montesa H7, y la TDM por una Dominator o XT 600) hice la jugada más loca: una sola moto que apenas pidiera pan pero me diera toda la juerga que todavía podía aguantar... y compré la Honda XR 600, "la Vespa de 600cc". El porqué fue simple: unos años antes hablé con un hombre que tenía una, con guardabarros bajo, desarrollo largo y neumáticos de asfalto
-"¿porqué una moto tan todoterrenera como esta la has hecho tan de carretera?"
-"Porque era de mi hermano, y él me la dio a cambio de mi Vespa, que destrozó en un accidente. Así que me muevo con esta para ir al trabajo como hacía con el scooter, como no tiene batería ni historias el mantenimiento es muy bajo... pero cuando le abro es una 600cc endiabladamente divertida"
Mi XR 600 y una de sus muchas decoraciones: lápiz, regla, tijeras, vinilo... y mucha paciencia... |
Tercera parte: soñando con lo que hay... que puede ser mucho...
Todos los "A de Plata" y muchos más relatos pinchando aquí.
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