Miré un día la fecha del carnet de conducir y me di cuenta que hace más -mucho más- de veinticinco años que aprobé el permiso importante, "el de moto", el A (en aquella época, A2). Así que me propuse dar un poco la brasa y contaros manías y anécdotas que me han ocurrido durante este tiempo. ¿Hasta cuando? No lo sé, según me vaya acordando (algo difícil con este cerebro cada día más reblandecido que tengo), según me vayan ocurriendo... o cuando digáis basta.
102- Viendo unicornios en el Racing Legends (1 de 3)
Desde que se celebra el Racing Legends en el Circuito Ricardo Tormo de la Comunidad Valenciana (que, como siempre repito, no es 'el circuito de Cheste', tiene nombre y es el del gran Ricardet) he hecho lo posible para acudir, para gozar del motociclismo de competición (y también de calle) como se vivía hace décadas, con ejemplos en increíble estado de conservación desde los 50 hasta casi nuestras fechas. La mayoría son verdaderas joyas de carreras, ejemplares únicos que puedes ver delante tuyo, pues te permiten (la gran mayoría) que puedas entrar en boxes y gozarlas, ver como las arrancan, oír en muchos casos melodías que ya no existen y lo mejor, ver rodar a la mayoría de ellas en circuito... para lo que fueron hechas. Además, en mi caso, la mayoría de las veces me acompaña mi hijo Rubén, que aguanta estoicamente mis moto-rollos de casi todos los modelos... incluso a veces la gente de alrededor también se interesa por ellos. 😅
Como digo suelen venir, de Europa la mayoría pero también de otras partes del Mundo, un plantel de motos la mayoría únicas, pero este año he podido gozar con dos en especial. Una hacía décadas, más de veinte años, que no veía. La otra es un pedazo de historia del motociclismo de competición que pensaba sólo poder ver en un museo, pero la he tenido a mi lado, podría haberla tocado si el respeto máximo que me dan estas máquinas me lo hubiera permitido. Así que os voy a enseñar unas pocas de las maravillas que fotografié (siento dejarme joyas... pero así os animo a que vengáis en las próximas entregas) y, al final, las que me hicieron más ilusión. ¡Ah! Y si dudas o tienes que convencer a alguien, no sólo hay motos, también coches de carreras y clásicos, camiones, música en vivo y chiringuitos donde tomar algo. No hay escusa.
Venga, empiezo. Preparad el babero...
Aquí uno de mis sueños de juventud, la moto que salvó a Bimota de la quiebra: ligera, sencilla y muy italiana, me encandiló todavía más cuando la oí bramar en las Motociclismo Series en Cullera.
Si no es muy fácil ver una Bimota Tesi 1D ¿qué podemos decir de una versión de carreras? Porque las hubo, sobre todo para correr en el BoTT (Battle of the Twins).
¿Sabías que Harley-Davidson tiene cuatro campeonatos del Mundo? Sí, con Walter Villa (250 en 1974-75-76, 350 en 1976)... aunque realmente eran Aermacchi, marca que compró en 1974 y vendió a Cagiva en 1978. Lo más llamativo fue sus frenos Campagnolo Hidrocónicos, una suerte de cono labrado en el buje al que se apretaban las zapatas por medio de una bomba hidráulica. Como podéis imaginar, duraron poco...
Seguro que habrás visto por tu ciudad alguna Mondial de 125 pero ¿sabías que era una marca italiana nacida en 1929, que logró cinco campeonatos del Mundo entre 1949 y 1957, año en el que se retiraron después de un doblete en 125 y 250?
Pero no sólo es interesante Mondial por su dilatada historia. Hay una quizás más importante, la que relacionó al conde Boselli, propietario de la marca, con Soichiro Honda. Los japoneses comenzaban a participar en el Mundial de Motociclismo e intentaron conseguir material de calidad para poder analizarlo y copiarlo. Cuando Honda preguntó en 1956 si Mondial les podría vender alguna de sus motos de competición, Boselli le regaló una de sus 125, una de las más competitivas de la parrilla.
Años después, en 1999 la marca resurge después de su cierre en 1979 y buscan motores, siendo Honda la que devuelve el favor ¡de hacía 45 años!, siendo la Mondial Piega 1000 la única marca a la que Honda ha cedido motores de forma oficial. Se fabricaron 160 unidades y una, claro, estaba en el Racing Legends.
En el Racing Legends siempre hay alguna MV Agusta de carreras, sobre todo 'réplicas' hechas con todo mimo y cuidado del detalle. Esta no lo puedo asegurar, pero posiblemente sea una de las seis unidades que fabricaron los especialistas de HRT y que tienen tanto arte que se valoran por un cuarto de millón de euros...
Norton JPS 828 Production, 1974
En los 70 las motos de calle cada vez se alejaban más de las de carreras, sobre todo en cilindrada. El tope de 500 cc del Mundial era superado cada vez por más marcas con sus motos matriculadas, por lo que en algunos países se crearon carreras Production, algunas con motos de calle preparadas y otras con prototipos que tenían que utilizar motores convencionales.
En Reino Unido triunfó la fórmula, pero sus marcas no lo tenían nada fácil ante el rodillo japonés, que tenía motores mucho más modernos que los vetustos británicos. Es el caso de esta Norton JPS multitubular, con una parte ciclo magnífica pero que tenía un motor de dos cilindros, 828 cc en su versión de carreras, con carrera larga, varillas y balancines, cambio separado del motor y apenas 70 cv contra la centena que alcanzaban las niponas. Lo triste es que el proyecto P86 'Cosworth' tampoco cambió nada unos años después, esta vez por las ilógicas normas que quisieron poner los directivos de la marca al afamado constructor de propulsores de competición para automóviles.
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