2- Gilera SuperSport 600 (2001)
Para los mas jóvenes Gilera será una marca que fabrica scooters deportivos. Para los que rondamos los cincuenta recordamos aquellas 125 deportivas (KZ, Crono, SP-01) y las trail 500-600 (Dakota, XRT, RC) que enseñaron mucha mecánica a sus propietarios. Y para los mas puestos el nombre Gilera les llevará a aquellos años 50 donde ganó seis títulos de velocidad en la categoría reina, 500, con Maseti, Duke y Liberati. Pero en el inicio de este siglo los italianos, pertenecientes al Grupo Piaggio, estaban "atascados" con sus scooters y querían abrirse a otros mercados. Así que en el año 2000 comenzó el diseño de una moto "grande", contactando con Suzuki para que les vendiera motores GSX-R 600 y con ellos crear su propia supersport: la Gilera SS 600.
La moto se presentó en los salones de finales del 2001 con un aspecto pre-serie magnífico. El motor al parecer era el que Suzuki estrenaba ese mismo año (el carrera corta 67x42'5mm y cambio en triángulo) en el que se incorporaba por primera vez inyección electrónica. El escape lo firmaba el especialista Akrapovic. Se declaraban 116cv a 13.000rpm, uno mas que en la GSX-R gracias a su espectacular toma dinámica entre los faros. El chasis era un doble viga típico de la época, pero con la particularidad de ser de aluminio y ¡titanio!, con piezas de este material adheridas con un pegamento especial usado en aeronáutica. La horquilla era invertida (lo normal en las 600 del momento es que fuera convencional para reducir costes), de 43mmø y multiregulable; los frenos delanteros de 320mmø mordidos por pinzas de cuatro pistones los firmaba Brembo. La carrocería seguía los patrones de la época, aunque con ese toque que solo los italianos saben añadir. La decoración era similar a la Gilera/Derbi 125 campeona del Mundo con Poggiali, con un bello monocromo rosso corsa en el que se entreven los clásicos aros de su logotipo y el nombre de Gilera.
Aquella moto presentada en Milán desde luego lo tenía todo: buenos acabados, detalles por todos lados al mas puro estilo Bimota, prestaciones a la par de las japonesas y una estética bella y original. Se comentaba que se estaba ampliando el departamento de competición para saltar con ella al Mundial de SuperSport. Pero desapareció sin dejar mas rastro. ¿Prototipo para demostrar hasta dónde podía llegar Gilera? ¿Demasiado cara comparada con sus rivales japonesas? ¿Los distribuidores de Piaggio no se atrevieron a encargar una moto tan distinta de sus scooters y motos pequeñas? ¿O, como pone en Wikipedia, los 15 millones que costó el diseño fueron demasiados para Piaggio, que un año después estaba casi en bancarrota hasta que fue rescatada en 2003 por Roberto Colaninno? No he podido averiguarlo... pero aquella Gilera SS 600 ilusionó a muchos aficionados.
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1 comentario:
Que bonita. Hubiera sido una buena opción porque por entonces las japonesas ya eran todas iguales.
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