03 marzo 2017

Sete Gibernau ha vuelto a subirse a una MotoGP. Cuantos buenos recuerdos......

Como ya sabréis, y si no os lo cuento (:p), Sete Gibernau es asesor de Dani Pedrosa. Una figura que solo pueden encarnar los veteranos curtidos en mil batallas, que se las saben todas en esto de las carreras.



Sete Gibernau siempre ha sido considerado un gran piloto, que si bien no obtuvo ningún título, si que fue de esos personajes queridos y admirados en el paddock. Algo que no ocurrió en parte de la afición española, tal y como ocurre con cualquiera que se enfrenta con Rossi..... pero ese es otro tema, que podría contarse en otra ocasión.
Lo cierto es que Sete no se retiro muy mayor, de hecho, podría haber corrido algunos años mas, si hubiera querido, por ejemplo, en Superbike. Sin embargo, tomo una decisión que nos privó de ver su calidad y deportividad, algún tiempo mas.

Ahora, después de 10 años, volvió a subirse en una moto de la máxima categoría. Su  misión no era la de marcar tiempos, ni poner en evidencia a los pilotos oficiales del Repsol Honda, algo absolutamente imposible, dado el nivel de ambos, y la "oxidación"de Sete. Simplemente se subió a la moto, para rodar y comprobar que todo estaba en su sitio.

El hecho ocurrió en el día previo al test privado de Honda en Jerez. Con la actual reglamentación si hubieran dado tan solo una vuelta, hubiera computado, como día de Test, a restar de los cuatro que les quedan. Un lujo imposible.
Sete tuvo la oportunidad de poder rodar unas cuantas vueltas a ritmo rápido, con las que Honda pudo comprobar que la moto estaba lista para saltar a pista al día siguiente, sin ningún problema

Todos remarcan que la acción de Sete trajo recuerdos inmediatamente, de su humildad y abnegación. Su educación y corrección, permitieron una comunicación fluida con todos los intervinentes, y para quienes no le conocían, les enseñó que hay otra manera de ver y sentir las carreras, y no la despectiva y desafiante,que algunos pusieron de moda.

Obviamente, de mis palabras podréis deducir que fue uno de mis ídolos. Sus luchas con Rossi, fueron tan desiguales, como espectaculares. Aquellos Michelin serie B, llegaban a duras penas a final de carrera, donde su principal rival tenía ventaja, tanto por la propias gomas, como por su manera de correr, guardando sus mejores golpes para el final.
Su familia le inculcó el amor y respeto por este deporte que no siempre es justo, y casi siempre es duro. Recordad que su nombre es Sete Gibernau Bultó...... y ese segundo apellido es el que le ha dado ese amor por el deporte, incondicional y sincero. Formar parte de la familia Bultó, es formar parte de la historia motociclista, no solo nacional, sino mundial. Llevar a Bultaco en los genes, imprime caracter.

Lo dicho, todo un placer saber que Sete se ha vuelto a subirse a una moto de competición.... aunque solo sea por recordar viejos tiempos.

1 comentario:

Unknown dijo...

Grandeee Sete.
Un gran piloto para mí no es el que lo gana todo, es el más "elegante", y por elegante entiéndase buen deportista y persona, aunque esto casi siempre va junto, en la pista y fuera de ella.
Saludos.

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