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Quedé con los colegas para ir a la
sierra. Me levanté un poco tarde y decidí ir por carretera para
ganar tiempo. Un km antes de llegar al pueblo me crucé con la poli
por la carretera sin llevar matricula y me sacaron la mano para
pararme. Yo, que tendría 18 años, saqué la mano como si fuese la
respuesta a un saludo, acelero suavemente y me meto por un carril que
va a la sierra. A mitad de camino salgo del carril y me paro entre
matorrales a unos 300 metros, escondiéndome, con la moto tumbada en
el suelo donde no se podía ver.
Me pegué tres horas dándome un paseo
a pié siempre alejado de la vista y volví a casa por carriles. Al
entrar en el garaje, mis dos hermanos recién llegados de la sierra
me cuentan una historia de detenciones a moteros. La GC había ido
por carretera directamente a la sierra, calculando que tardarían
menos que yo y que me esperarían allí. Llegaron mas o menos a la
hora que la pandilla había quedado, y tal y como iban viéndolos,
los colegas se daban a la fuga. La GC los seguía, pero terminaba
perdiéndolos, porque se metían por el campo. Volvían al sitio de
la cita y otro motero que llegaba y se volvía a dar a la fuga...
hasta que terminaron por coger a dos.
Mis hermanos se encontraron con uno de
los que huían que les contó la historia. Yo les conté la mía y
nos hartamos de reír.
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