01 septiembre 2011

Operación Verano: Endurance: Relevo final. 4 de 5. (Novela)

Operación Verano.
Lo siento chicos y chicas, pero uno de los problemas graves de no tener un portátil es no poder escribir para vosotros. Además, que entenderéis que algunos estamos de "vacaciones"... esto es, los niños lo están, y los padres tenemos que cuidarlos. Así que difícil lo tengo para escribir.
Pero bueno, aprovechando que cuando iniciamos Voromv nos leía poca gente... ¿porqué no  "desempolvar" mis primeros envíos? Así que permitirme la osadía y haré como en las cadenas de televisión: reposiciones para verano.
Nos leemos de nuevo (y con nuevo) en septiembre.
ENDURANCE: RELEVO FINAL.

4 de 5- La regla nemotécnica.

Una regla nemotécnica que me enseñó un viejo mecánico que conocí de joven era muy simple “A-A: azul-aceite”. Y este es un caso práctico de ello: está entrando aceite en la cámara de combustión (¿segmentos, pistón, camisa, guías…?). Por supuesto, he bajado dos-tres mil rpm. en los cambios de marcha. Se acabó el sueño de entrar entre los diez primeros… ahora el único objetivo es terminar como sea, recibir el banderazo.

He comenzado a rodar por las zonas “sucias” de la pista, por si el motor rompe y vierte aceite en pista, por lo menos que no moleste… no me gustaría que saliera el Coche de Seguridad ahora que apenas faltan diez minutos para finalizar. Cada vez que puedo miro mis botas por si están sospechosamente manchadas. Conduzco sin forzar absolutamente nada, rodando despacio, intentando no hacer muchas pasadas por box… no me gustaría que Dirección de Carrera me sacara bandera negra.

Acaba de pasarme el equipo que iba el once… y recuerdo que otros equipos no estaban muy lejos. En fin, ahora eso no debe preocuparme. Da igual ser el diez o el veinte… mi único objetivo es no perder la concentración, no cometer un error y salirme de vía, no forzar absolutamente nada… es tan fácil equivocarse con esta presión…
Un suplicio sí, pero por mis cálculos esta es la última pasada que hago por meta… la próxima banderazo. No sé que habrán hablado Jorge, Paco y los demás con Dirección, pero pese a llevarla en la mano el Comisario no me ha sacado “la negra”. Sólo debo aguantar, debe aguantar, un poco más.

Tres curvas y llega la pesadilla: un ruido sordo, metálico, debajo del depósito. Noto calor en pies y piernas. El motor comienza a toser y traquetear, no responde al gas… se ha roto.
Miro hacia abajo… mucho humo, pero no veo que tire aceite, apenas unas gotas corren por el carenado y mis botas. El motor hace un ruido interno horroroso, pero no se para. Y yo no me paro. O se clava o llego, ya depende de él.


(Continúa dentro de dos días)

No hay comentarios:

Los 10 artículos mas leídos en el último mes.