Si algo tenemos los moteros veteranos es que nos encanta contar batallitas, y cuando no tenemos la oportunidad de que nadie asista a nuestras largas y no siempre atractivas peroratas, las recordamos con una épica que seguramente será mucho mayor de lo que fue en realidad.
Hoy he recordado mis vivencias con motos pequeñas…
Aún recuerdo mis experiencias con aquella extraordinaria Bultaco Streaker 125, con la que me medía con las nuevas por entonces, Yamaha TZR 80 y Honda MBX 74. En especial Esta última me parecía arrebatadoramente bonita, y no penséis que por tener una 125 las dejaba atrás con facilidad. Creo que más bien sucedía todo lo contrario. Honestamente tengo que reconocer que no tenía dinero para acceder a esas maravillas.
Sin embargo, aquella Bultaco 125 me permitió conocer el mundo que me rodeaba. Con ella viajé, me divertí y fui motero orgulloso durante algún tiempo. Creo que me gasté más dinero en pistones y segmentos que en gasolina, que ya es decir, porque aquella moto consumía más combustible que un tranvía. Por entonces ya empezaban a haber motos japonesas buenas, fiables y de prestaciones escandalosamente altas, para lo que estábamos acostumbrados. Obviamente, con aquella 125 mis viajes se limitaban a seguir el ritmo de los coches y a tener muy poquita reserva de potencia para poder adelantar a los camiones y sus turbulencias. Recuerdo salirme del rebufo de los mismos y necesitar todo el ancho del carril izquierdo, para poder recomponer la trayectoria. Eran otros tiempos y otras máquinas. Y no fueron mejores, ni peores simplemente fueron los tiempos que me tocó vivir.
Hoy mi yerno Danny, me ha enseñado su nueva adquisición. Una flamante Yamaha MT 125. Os tengo que decir, que la moto me ha parecido preciosa. Es pequeña, muy compacta y muy bien terminada. El cuadro de mandos, como es habitual hoy por hoy, es una pantalla con todo tipo de información y con un aspecto delicioso. Por supuesto, y tras unos cuantos consejos de señor mayor, se ha dado la oportunidad de darme una vueltecita por algunas calles. Os tengo que decir que irremediablemente, he vuelto a recordar las mismas sensaciones que tuve en aquella época que os he relatado anteriormente.
Obviamente el tacto posición y prestaciones de estas máquinas no tienen absolutamente nada que ver con lo que había hace 40 años. Me he encontrado con un motor dócil, suave y amable, con una posición de conducción demasiado al ataque, como suele ser habitual en la saga MT, pero en todo caso muy guerrillera.
Estas máquinas de motores pequeños, tienen un regusto especial. Sabes que no te van a empotrar los ojos en las órbitas por la aceleración, sabes que tienes tiempo de sobra para pensar lo que vas a hacer en la siguiente curva o cruce, pero sin embargo tienes la sensación de ser una vez más el "rey del mambo". Es aquella sensación de saber que no tienes la mejor moto del mundo, pero que para ti lo es y eso es suficiente.
Esta moto va a tener un uso básicamente urbano, con lo cual, podría decir que no se me ocurre algo que sea más seguro, fiable y apropiado. Sabéis que a mí los scooters y customs no me van demasiado, mejor dicho, no me van nada.
Por Youtube, podéis ver montones de vídeos de clubs y de personas individuales, que relatan y creo que hasta reivindican continuamente la cilindrada de 125 como algo que no solamente es el primer escalón de todos, sino que además se pueden hacer cosas que a priori no parece lógico que hagan. Hablo de viajes con equipaje, de largas rutas con interminables horas hasta llegar a destino. Sinceramente creo que a veces algunos de estos vídeos son más de autoconvencimiento que de divulgación, pero hay veces que te encuentras algunos en el que el relator te lo dice con ojitos húmedos de satisfacción.
Como os he dicho antes, a veces parece que aunque no sea la mejor moto para algo, cuando lo haces te sientes el rey del mundo. Un poquito como si fuera un patito feo, que acaba convirtiéndose en cisne para sorpresa de todos.
Si nos ceñimos a lo que me ha parecido esta MT 125, os tengo que decir que me parece un producto muy bien realizado, con una estética fantástica y con una calidad de componentes que se adivina muy buena. El precio de adquisición no es nada económico, pero también es cierto que son máquinas súper valoradas en el mercado de segunda mano. Ahora mismo, con el boom chino, aún son más apetecibles las motos japonesas usadas. Quizá con el paso del tiempo todo se iguale un poco….
En todo caso, si tienes ganas de moto y sabes que no vas a salir a carretera continuamente, y que solo el trayecto del trabajo te puede llenar, no lo dudes. Una maquinita de 125 te hará reverdecer laureles y recordar aquellas batallitas que tantas ganas tienes de contar y que tan pocas ganas tienen muchos de escuchar. Son tus vivencias y eso no te lo puede quitar nadie.
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