No se puede decir que "Steady" Eddie, fuera un prodigio de carisma o de amabilidad. Declaro en varias ocasiones que el pilotaba motos de carreras y ganaba títulos, porque le pagaban por ello. De no ser así, el seguiría feliz pilotando sus motos de campo, que era en realidad lo que le gustaba hacer.
Cuando terminó su carrera deportiva, desapareció para no aparecer jamás por un Gran Premio. Gestionó muy bien sus ganancias, y ha podido vivir el resto de sus días, sin problemas.
Fue un profesional íntegro, sin tacha, pero evidentemente las relaciones públicas, no eran de su gusto. Mal encarado, de mirada dura, de contestaciones secas y sin florituras, era un animal de las carreras, que no quería saber nada de lo que las rodeaba. Sus ruedas de prensa eran tensas y duras, y su relación con la prensa siempre fue mala.
Pero Eddie era un pilotazo, sobrio, regular y eficaz. Eddie sabía muy bien lo que era una moto de competición, y le extraia todo el jugo a su montura, aprovechando todo lo bueno, y minimizando los problemas de lo malo.
Un grande, que tenía un solo objetivo que era pilotar. Lo demás..... le sobraba.
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