Aunque muchos de vosotros ya habréis conocido esta moto a lo largo del tiempo, ahora en el salón EICMA ha sido presentada en la que será su versión definitiva.
Sin embargo hay que tener claro que está no va a ser una moto excepcional dentro de la oferta de Harley, ya que su objetivo es tener un un catálogo eléctrico perfectamente compensado de cara al año 2022, es decir para dentro de 2 años. Con lo que obviamente entendemos que a partir de ahora puede haber un incesante goteo de novedades basadas en este primer modelo.

Desde luego, han sido valientes, dando toda la sensación de que el que primero que mueva ficha y tenga un producto más eficaz, será el que triunfará en el futuro.
Da toda la impresión, cuando se ve está Live Wire que es una Harley Davidson. No sé porqué, pero tiene algo que me resulta familiar en la marca. ¿quizá su parecido con las Buell?
Lo cierto, es que lejos de las estrambóticas creaciones que podemos ver en algunos casos, esta moto parece absolutamente convencional, con lo que el trauma de cambio de motorización no afectará excesivamente a sus usuarios.
El equipamiento es muy bueno, con un chasis de aluminio pensado para ofrecer buenas sensaciones en carreteras de curvas, y equipado con componentes de primera calidad: suspensiones Showa, pinzas Brembo Monoblock y neumáticos Michelín, por poner solo algunos ejemplos.

Hasta el sistema de carga me parece interesante, teniendo tres modalidades: en el primer nivel puede conectarse a una toma de corriente doméstica, mientras que en los niveles 2 y 3 ofrece la posibilidad de carga rápida a través de sus respectivos conectores especiales.
Desde luego es un producto muy interesante qué qué va a facilitar la transición de los pilotos mas clásicos, hacía unos vehículos más limpios y respetuosos con el medio ambiente, aunque con la misma personalidad que les enamoró, tiempo atrás.
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