Moto eléctrica urbana. Por ahora la mejor opción
Con los puntos que os he puesto, está claro que por ahora las grandes distancias están muy vetadas para las motos. Pero hay un tipo de moto que resulta casi ideal para esta propulsión: las urbanas. En ciudad, incluso siendo repartidor, no haces grandes distancias ni necesitas grandes solicitudes de energía, por lo que las baterías pueden ser pequeñas. Eso hace que con un buen diseño sea cómodo extraerlas con facilidad de la moto y cargarlas durante los descansos en el trabajo o en casa, o sustituirlas por otras "llenas". Además su baja capacidad también hace que no necesiten mucho tiempo para cargarlas. Por eso podéis ver decenas de empresas de mensajería, reparto de comida o Correos con motos eléctricas. También comienzan a proliferar en muchas ciudades las motos de alquiler, donde pagas por los minutos que las usas. Y es más, muchos usuarios urbanitas comienzan a comprar motocicletas eléctricas que pueden conducir con facilidad, son silenciosas y económicas, y pueden recargar en casa.
Entonces ¿qué pasa con las motos de carretera y campo?
Pues eso, que por ahora tener una es "un acto de fe". Debes tener claro que la autonomía es breve, por lo que la distancia a recorrer tiene que ser muy medida si hablamos de una salida por carretera, teniendo clarísimo donde poder cargar -durante un tiempo considerable- si queremos ir más allá. En el tema de la moto de montaña si entras en una zona tipo circuito o ruta "cerrada" (que empiece y acabe en el mismo sitio) siempre puedes tener un "punto de repostaje" (tu coche o furgoneta, por ejemplo), donde aprovechar los descansos para cambiar las baterías por otras "frescas" o cargarlas
con algún generador (que será de combustible... a contaminar toca), porque difícilmente tendrás un punto de carga. Ahora, como quieras hacer una ruta, olvídate de ir lejos... o ten a "un primo" que te haga de asistencia con baterías para cambiar.
¿Y qué hacemos pues? Pues eso, vivir con esa idea clara y disfrutar "en frasco pequeño" de sus virtudes -que son muchas- a la espera de que la tecnología cambie. Y no hablo del motor en sí, que lleva más de un siglo de evolución. El problema que todos los fabricantes investigan es cómo almacenar más carga, cómo acumularla más rápido y como gestionarla mejor. Se habla del grafeno, de distintos materiales para el polo negativo (al parecer el gran problema de las baterías actuales), de pruebas con sodio, aluminio o zinc en la zona de acumulación... Siempre buscando cargar más y, sobre todo, más rápido. Y que sea si es posible con materiales "normales", para no depender de los pocos países que poseen minas de elementos escasos, y que también los precios sean razonables. La gestión de esa corriente sí está evolucionando rápido... pero sigue atada a unos acumuladores pequeños y lentos. A esperar toca.
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