Esta no es la primera vez que KTM apuesta por los motores eléctricos. Su Freeride E, está disponible en algunos mercados, con total normalidad, y como si una de sus hermanas de motor de combustión se tratara. Pero con esta moto se va mucho mas allá, pues KTM quiere que esta nueva moto sea "normal" en el día a día.
Claramente, utiliza el chasis de una Duke 390, lo que ya es garantía de excelencia. Un chasis bien compensado, aloja el motor, controlador y la batería, que ya son elementos standard de esta tecnología.
La elección de esta configuración no es casual, pues quiere ocupar la funcionalidad de la 390, que tiene su hábitat en la ciudad y en desplazamientos no demasiado largos, con un radio de acción casualmente interurbano.
No sería descabellado pensar que la instigadora de este proyecto sea el socio minoritario de KTM, Bajaj. En los mercados asiáticos, se vive un verdadero boom eléctrico, y no tanto en Europa y EEUU. Paradójicamente en zonas de India y China es mas fácil alimentar una moto con electrones, que con gasolina. Cuestión de disponibilidad en zonas alejadas de la civilización.

Fijaos que luce una palanca y una caja de cambios, que no pueden ser mas convencionales. Esta parece que va a ser la norma en casi todos los modelos que ya sean "usables", ya que ofrece u mejor aprovechamiento del motor, sin que tenga que girar a regímenes histéricos
Por lo demás no se aleja demasiado de las lineas maestras de la Freeride E. Incluso se antoja que su objetivo de uso va a ser el mismo de la 390, y que incluso sus prestaciones y peso deben ser similares, al utilizar sus mismos componentes y dimensionamiento general.
Esto costando mucho mas de lo esperado, pero la imposición eléctrica no está muy lejana en el tiempo. Ya con la norma Euro 4, muchos fabricantes se las han visto y deseado para poder adaptar sus modelos, produciéndose muchos abandonos de desarrollo de modelos. Las mas afectadas han sido las superdeportivas de 600 cc y las que equipan motores mas antiguos, por descontado los de "aire", han dejado de existir.
Seguimos avanzando a la fecha "sin retorno" del 2050, en la que la contribución de la movilidad, en un entorno limpio es absolutamente necesario.
Imágenes: MCN
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