La verdad es que el comienzo de temporada no fue muy bueno, Valentino descubrió "a las malas" que las 500 de la época (y eso que ya estaban bastante dulcificadas y los neumáticos ya aguantaban toda la carrera) no iban a ser fáciles de domar. Tuvo que esperar a la cuarta carrera (Jerez) para lograr su primer podium, tercero, que repitió la siguiente carrera en Le Mans, pero luego llegó un decepcionante duodécimo en su casa, Mugello debido a una caída luchando contra Biaggi y Capirossi por la victoria. En Montmeló regresó al podium con otro tercero... ya estaba claro que estaba ahí, sólo le faltaba rematar.
Y llegó la novena carrera de la temporada, el Gran Premio Británico en Donington Park. Las condiciones climatológicas eran "las normales" por aquellos lares: lluvia. Pero no una lluvia continua, sino de esa intermitente que no te deja tener claro qué neumáticos usar, que estrategia gastar. El resultado, sorprendente
por los protagonistas, fue éste:
No hay comentarios:
Publicar un comentario