En 2003, sin dinero, con una muñeca recién salvada a base de un injerto de hueso y mucha rehabilitación, decidí dar un cambio radical a mi "vida motera". Había corrido año y medio en cross-clásicas y, la verdad, me había encantado el dejarme de tanto -tantísimo- asfalto para pisar tierra con ganas. Y hacia ahí decidí tirar. Con la Bultaco sin papeles y poco competitiva, sin medios para retornar a las carreras, y con una TDM necesitada de una buena inyección de capital, lo liquidé todo y "me tiré al monte" comprando la XR 600 que tuve durante seis años y me hizo muy feliz.
La cosa es que cuando buscaba una XR buena, en una tienda encontré una BMW R 100 GS blanca y azul... una moto que me gustó desde que Dennis Noyes la probara en 1987. El problema estaba en que sí, me costaba lo mismo... pero yo buscaba, necesitaba algo bastante más radical, algo salvaje que me quitara a golpes los problemas de la cabeza. Además, repito que la economía estaba "en 0" y necesitaba algo que no tuviera más mantenimiento que aceite, grasa, neumáticos y poco más... y para eso la XR: sin batería, sin intermitentes, sin pasajero... como he repetido decenas de veces "una Vespa de 600cc".
Sí, dejé de lado la GS. Creo que no era lo que necesitaba en ese momento y no me he arrepentido nunca. Ahora, reconozco que al ver éste vídeo, al oir al venerable boxer de varillas y balancines alimentado por carburadores rugiendo alto de vueltas... pues me ha venido la añoranza. Y más viendo como Honza Zlábek sigue el ritmo sin problemas a toda una HP2 que tampoco va despacio.
Venga, palomitas, algo de beber y a disfrutar de sus casi diez minutos... eso sí, con el sonido MUY alto para gozar de los acordes de la CCR, Queen, the Doors... y del boxer.
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