Como siempre en el Dakar, Aso vuelve a favorecer a un francés, en este caso a Despres.

La organización del Dakar sigue dando muestras evidentes de su arbitrariedad. Si Nani Roma se quejaba por lo ocurrido en la etapa de coches del sábado, no es menos discutible la decisión de la ASO de considerar un simple cambio de motor lo que hizo Cyril Despres durante la etapa maratón. Porque en realidad, el francés no utilizó uno de sus motores disponibles, sino el de la KTM del polaco Marek Dabrowski, con lo que tomando al pie de la letra el reglamento incumplía la condición de conjunto indisociable que forman el chasis, el motor y los motores de repuesto (artículo 7P1 del reglamento técnico de la prueba).

Es decir, Despres podría haber sustituido el propulsor con la caja de cambios rota por otro de los verificados con su número con una penalización de quince minutos, pero cualquier otro supuesto en realidad llevaría a la exclusión. Sin embargo, los comisarios de ASO no lo han interpretado de este modo y el francés seguirá en carrera con ese motor del polaco y con sólo ese cuarto de hora de sanción.

No es la primera vez que sucede algo así. Justo el año pasado, le repusieron casi los nueve minutos que perdió intentando sacar su moto de un barrizal que otros pilotos pasaron sin problemas; en 2011, tampoco le sancionaron tras incumplir el procedimiento de salida, alegando que había regresado al campamento porque se le olvidaron unos guantes. Y también en aquella edición del Dakar, algunos testigos aseguraron haber presenciado un repostaje ilegal de su moto en la KTM, algo que la organización nunca investigó. Y sin olvidar que en 2010 existieron sospechas de una sustitución indebida de un neumático.