SUEÑOS DE ADOLESCENTE (7 de 9)
Ponte
en situación: nací en 1967, por lo que cuando compré mi primera revista
de motos en 1981 yo tenía catorce años. Cuando compré mi primera moto
“de verdad”, una Suzuki GS 500 E (después de un Vespino y una Vespa), ya
tenía veintidós. Y durante esos años hubieron una serie de motos que
por un motivo u otro marcaron mis sueños de adolescente, unos
realizables, otros totalmente inalcanzables. Y esta es una de ellas:
YAMAHA SRX-6 (Realizable)
Si has leído los anteriores envíos, te estarás dando cuenta que mis gustos a nivel de motocicletas, y más en mi adolescencia, nunca han seguido "lo normal". Con ello estaba claro que si en aquellos mediados de los 80 en España, con la apertura del mercado después del proteccionismo, todos se tiraron a motos de carretera japonesas de cuatro cilindros, a mí me tenía que gustar esta.
La SRX-6, junto con la RD 350 LC, fueron las motos de asfalto más raras que Yamaha trajo a España, cuando todavía tenían cupos de entrada controlada. La SRX era una moto de carretera estrechita, pequeña, con estética mezcla de lo que se llevaba en aquellos tiempos (chasis de tubo rectangular, llantas, frenos...) con pinceladas más antiguas (dos amortiguadores, asiento cosido, relojes "con añadidos"...).
Pero lo que más llamaba la atención, sin duda, era su motor. Un monocilíndrico de 600cc de procedencia XT, con el añadido de que ¡se arrancaba a palanca! Todavía recuerdo que memoricé el Solo Moto 30 en que explicaban como hacerlo y que, meses después, puse en práctica dos calles más allá de mi casa, cuando arranqué una que había agotado a su propietario.
Recordando lo bien que lo pasé con mi Suzuki GS 500 E, seguro que ésta me hubiera hecho muy feliz. Pero quedó en otro sueño...
YAMAHA SRX-6 (Realizable)
Si has leído los anteriores envíos, te estarás dando cuenta que mis gustos a nivel de motocicletas, y más en mi adolescencia, nunca han seguido "lo normal". Con ello estaba claro que si en aquellos mediados de los 80 en España, con la apertura del mercado después del proteccionismo, todos se tiraron a motos de carretera japonesas de cuatro cilindros, a mí me tenía que gustar esta.
La SRX-6, junto con la RD 350 LC, fueron las motos de asfalto más raras que Yamaha trajo a España, cuando todavía tenían cupos de entrada controlada. La SRX era una moto de carretera estrechita, pequeña, con estética mezcla de lo que se llevaba en aquellos tiempos (chasis de tubo rectangular, llantas, frenos...) con pinceladas más antiguas (dos amortiguadores, asiento cosido, relojes "con añadidos"...).
Pero lo que más llamaba la atención, sin duda, era su motor. Un monocilíndrico de 600cc de procedencia XT, con el añadido de que ¡se arrancaba a palanca! Todavía recuerdo que memoricé el Solo Moto 30 en que explicaban como hacerlo y que, meses después, puse en práctica dos calles más allá de mi casa, cuando arranqué una que había agotado a su propietario.
Recordando lo bien que lo pasé con mi Suzuki GS 500 E, seguro que ésta me hubiera hecho muy feliz. Pero quedó en otro sueño...
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