Me ocurrió viniendo de trabajar. Oia un "cric cric" monótono, que se acentuaba cuando inclinaba la moto a la derecha. Paré y no ví nada raro. A los cien metros volví a parar: "esto no es normal". Me encontré con este pedazo de piercing en mi Bridgestone BT021 trasero.
Me fui a mi amigo y proveedor de neumáticos, Emilio Quesada, para que lo quitara, pensando que cuando lo hiciera se escaparía el aire tan rápido, como el sueldo a fin de de mes.....
Pues bien, no ocurrió nada, porque pese a lo aparatoso de la imagen, no había dañado mas que la goma del flanco sin llegar a penetrar por el interior.
El neumático llegó al final de su vida útil sin problemas, 5.000 Kms más tarde.
Hay veces que por mucho menos, te quedas tirado sin remisión. Tuve suerte.....
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