05 abril 2011

Divina Actual Infancia

Todos los que hoy entramos en la etapa de los 40 a 50 años, añoramos los viejos tiempos en que nos reuníamos sin mayor obligación que la de pasar un rato con los amigos haciendo moto cross, al fin y al cabo era el deporte de motor que más se llevaba en aquella época. No hacía falta un circuito de velocidad, ni lo había, sólo bastaba con encontrar un buen campo con saltos y montañas, para coger a tiempo un azadón, pala o rastrillo y con un refresco y un bocadillo, de tortilla a ser posible, comernos el mundo o mejor dicho, la arena del terreno.
Recuerdo de llegar el viernes después del colegio y si la luz nos lo permitía, nos íbamos con las motos de cross (en mi época con una desnutrida pero divertida Torrot cross 50 preparada), al ya más que trillado circuito de moto cross para, sin darnos cuenta, estar recogiendo por que al día siguiente era lunes y había que volver al colegio.

El tiempo fue pasando y conforme nos íbamos haciendo mayores, intentábamos cambiar de moto, de categoría,  pero siempre bajo la tutela de la amistad y el pasárnoslo bien disfrutando de lo que más nos gustaba, la Moto. Todo esto, evidentemente, había que compaginarlo con nuestro estudio o nuestro trabajo y para ponernos en forma, yo por lo menos, cuando podía hacia footing o gimnasia sueca, los gimnasios era para unos pocos nada más.

Siempre hemos escuchado que cuando un piloto, bien sea famoso o no, cuelga "el mono", es debido al cansancio, a que no se divierte o que, simplemente se ha hecho mayor, excepto Capirossi; en mi caso, y no se si os habrá ocurrido a más de uno, llegó un momento en que me dejé de divertir y no por que no me gustara, si no por que me di cuenta de que los que corríamos por diversión o por placer, empezábamos a competir con niños que entrenaban los 365 días del año con sus 24 horas diarias, y que o no estudiaban o no trabajaban, que seguían una dieta alimenticia digna del mejor deportista mundial y que además de pelearte, deportivamente, con el niño en la pista, lo tenías que hacer con el padre fuera de ella. Desde ese momento, decidí dejar de correr, dejaba de ser una diversión para dar paso a la profesionalidad y mi profesión era trabajar de lunes a viernes.

Llegados a este punto, se explica en parte el título de este artículo "Divina Actual Infancia". A día de hoy y con la edad que tengo, envidio sanamente a esos niños que empezaron así y que me relegaron e hicieron que mi generación dejara la competición. Ellos hoy en día, el que más o el que menos, han triunfado en este mundo o por lo menos lo ha intentado; ellos supieron priorizar otros valores y aunque parezcan extraterrestres o inalcanzables, todos empezaron como tú o como yo y para muestra, vale un botón, Lorenzo, Dani, Rossi, Terol, Márquez, Campano, Butrón, etc..

Pero aun así, no me arrepiento, es lo que se hacía en mí época y como en todas, siempre hay alguien que viene empujando desde atrás..."Divina Actual Infancia".

Para disfrute y goce de todos los que vivimos esa generación, me voy a permitir el lujo de poner alguna foto de aquella época como si de una estrella se tratase y si tú crees que también debes de estar aquí, mándanos tu foto con tu nombre y la publicaremos. Desde ese momento entrarás en limbo de los famosos...

Envíala a: mianca1966@gmail.com







3 comentarios:

MiguelXR33 dijo...

Sólo puedo decir que tú tuviste la inmensa suerte de poder competir de joven.

Yo por desgracia entré en la adolescencia con los graves problemas de trabajo y salud de mi padre, que hicieron que mi primer "aparato" fuera un Vespino a los dieciocho porque nos hacía falta para el negocio. Antes las carreras o las veía viajando en autobús, tren, haciendo dedo, o tenía que leer de ellas en las revistas. Después el "pepino" me ayudó a abrir el campo de actuación, y trabajando de mensajero llegó la Vespa... más aparatos para un uso eminentemente funcional.

Así que por un motivo u otro, al final debuté en competición con treinta y tres años (de ahí el número de mi nick) con una Bultaco Frontera que me regaló mi amigo LionHeart y con infinidad de cosas prestadas (pantalones, vehículo, carro...) en una categoría que yo no dominaba porque lo mío es el asfalto.

Pero he tenido la suerte de poderlo hacer, aunque muy tarde, con niño e hipoteca, sin la correcta forma física, y en un terreno hostil. Tengo mis fotos saltando con la Bultaco, rodando con el Vespino de Resistencia o en las pruebas para las 24horas, y eso no me lo quita nadie... y seguro que alguien me envidia por ello.

Será en otra vida el hacer un doble con la moto de lado, recorrer gas a fondo el desierto del Teneré, rodar de noche en resistencia... pero tengo salud y una vieja Big que solo me da alegrías (y me ayuda a causar frustración a mas de un RR), así que no me quejo, que otros están peor.

Salud y gas...

mianca dijo...

Miguel, hacemos bien en no quejarnos, solo debemos de sentir una envidia sana de ver que hay chavales que están haciéndolo muy bien para que después nos den títulos del mundo que nos hagan sentir orgullosos, !!bien por ellos¡¡
No te puedes imaginar la satisfacción que tuve de ver por fin el año pasado a un piloto de moto cross coronarse como Campeón del Mundo en MX3, ya nos ha costado.

MiguelXR33 dijo...

Un campeón del Mundo de motocross español... creo que vi dos líneas en el Moñaciclismo (¿o fue en el SotoMoco?) en un número especial en el que se veía la técnica de Valentino para afeitarse por las mañanas... ¿o era ese en que utilizaron dos páginas para explicar qué desayuna Marc Márquez los días de luna llena...?

A ver, que me salgo del tema... Sí tienes toda la razón en que es estupendo los "colegios de competición" que han promocionado las Federaciones nacionales y autonómicas... ver la cantidad de niños que corren "la Bancaja" es una gozada. Encima, los resultados se ven, que es lo más importante, incluso en todas las disciplinas... algo que ya tocaba en enduro y, sobre todo, cross.

A mí lo único que me fastidia de ello es ver a esos padres que gritan, gesticulan y se enfadan... intentan que sus hijos logren lo que ellos no pudieron, eso es lo que no me agrada. Además en un deporte de riesgo como este, donde un fallo no es un esguince o una rodilla sollada...

Pero bueno, cada uno con sus hijos que hagan lo que quieran. Yo aplaudiré igual el esfuerzo de Campano que el de Bou, Cervantes o Pedrosa, porque se lo merecen... aunque la verdad es que me identifico más con Carlos Checa que con Viñales... ¿porqué será...?

M.

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