En el pasado dia de Ricardo Tormo celebrado en el "circuit", me encontré, entre un enjambre de Ducatis clásicas, japonesas setenteras y alguna que otra máquina de Gran Premio, esta obra de arte.
Se trata de un motor de vespino, adaptado a un chasis y fibras artesanales. Conversando acerca de la criatura con uno de los que estaba por allí, me comentó que esa moto estaba hecha para iniciar al pequeño hijo del autor, en esto de las motos de "competi". Mas que nada se trata de una máquina para moverse por el paddock, e ir cogiéndole el aire.
El motor es prácticamente de serie, con alguna ligera modificación. La necesaria para que ande un poquito mas, y ya está.
Las fibras provienen de una 80 de competición, con su lógica adaptación al invento. Un amortiguador de gas, remata el artilugio en su parte trasera. Mientras que la horquilla es de una 50 de calle, algo optimizada. Pero lo mas chocante, es el freno delantero de doble leva, con su toma de aire para refrigerarlo. Ya sabia que existían estos elementos en la industria auxiliar, pero nunca había visto ninguno montado.
El detalle y terminación es el habitual de una moto de competición, aunque en esta ocasión está un poco por encima de la media. Para ser artesanal, muy bien.
Ah, se me olvidaba. El depósito de gasolina encontró su mejor ubicación en el colín. Todo lo contrario para realizar un buen reparto de pesos. Pero recordad que solo es para pasear.........
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