En la época en la que nos encontramos, los avances tecnológicos van mucho más deprisa que la propia comprensión de las personas. Esto también es extensivo a aquellos grupos humanos en los que parece haberse detenido el tiempo en muchos aspectos. Hoy os traigo una tribu que ha hecho de la moto su imagen más característica.
Y nos vamos a Filipinas a conocer a la tribu Igolot-Garonne. Esta tribu tiene un conocimiento tecnológico bastante limitado, aunque conocen la civilización moderna. sin embargo son unos magníficos talladores de madera y desde luego tienen una imaginación absolutamente fuera de toda duda .
Su orgullo y convencimiento de que son verdaderamente especiales, lo muestran cada vez que llegan a la ciudad de Batad.
Copiando el modo de de vida del ser moderno, ellos consideran que tener una motocicleta es el símbolo de que se ha alcanzado el mayor estatus posible en su grupo de personas. Así lo demuestran con orgullo, y se dejan ver en bastantes ocasiones con actitud desafiante y sobrada, al resto de la civilización que le rodea.
Incluso hacen competiciones en las diferentes bajadas que se pueden encontrar en las inmediaciones de su habitat, así como en la ciudad, próxima, lo que se ha convertido en un extraordinario reclamo turístico.
Estas motocicletas están completamente realizadas en madera, incluidos frenos, ruedas y demás piezas reproducidas con cierta fidelidad. Lo que no les impide alcanzar los 40 kilómetros por hora, solo protegidos por su tanga tradicional y a una especie de túnica a modo de banda, que les caracteriza desde tiempos ancestrales.
Los frenos consisten en un pedal de madera, qué pisan para que friccione con la rueda, lo que les permite reducir la velocidad, aunque de una manera muy limitada, como podréis comprender.
Pese a que sus exhibiciones son bastante numerosas nunca se ha oído hablar de muertes y ni siquiera de heridas graves aunque al ver sus piernas se pueden ver cicatrices de todos los tipos y formas que sugieren que a veces sus travesías pueden generar traumatismos importantes.
En todo caso, me da la sensación que experimentan un sentimiento puro, que es exactamente igual al que experimentamos nosotros. El orgullo y la libertad que todo motero de bien, siente cuando esta sobre su su moto.
Os dejo un vídeo, en el que se recogen las andanzas de este grupo humano tan peculiar.
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