Two Stroke Smoke. La vela que nos perfumará la casa con olor a aceite de motor 2T.

Todo motero de bien puede sentir como se le eriza el vello de la nuca cuando huele el aroma del aceite quemado de un genuino, puro y glorioso, motor de dos tiempos. Lo malo es que son tan escasas las ocasiones en las que puede suceder....   Sin duda, hay que hacer algo.

Solo alguien enamorado de esta bendita afición ha podido tener la idea de hacer el producto que os muestro en el articulo. Si, si habéis mirado con detenimiento la imagen adjunta, os daréis cuenta: Velas que desprenden el característico olor del escape de un dos tiempos.
Imaginad la imagen de veros a vosotros mismo tumbados en el sofá, con el calendario Pirelli en la pared de detrás, viendo alguna buena película de motos, o leyendo un buen libro de lo mismo que seguro que Miguel nos podría recomendar, con ese olor.....  No se si será el paraíso, pero creo que se le aproximará bastante ¿no?

Flying Tiger Motos de Maplewood, Missouri, son los autores de esta genial idea, que elevan el motociclismo a una experiencia extrasensorial.
Lo que no cabe duda es que han ideado un producto raro y diferente que es excepcionalmente bueno para hacer un regalo, por ejemplo. Quizá es algo que a la mayoría de la gente le parecerá repulsivo, pero a los que nos gusta, lo podemos encontrar irresistible.
Los autores denominan a este invento como la vela al revés, porque en vez de "quemar" el olor, lo que hace es propagarlo. Ocurrente y divertido, menos mal que no se les ha ocurrido tener el mal gusto de colocar en la etiqueta un cráneo, al mas puro estilo.....  en fin, ya sabéis.
Afirman que el aroma se produce al quemar efectivamente aceite de dos tiempos. No se yo que deciros en cuanto a lo conveniente que sea para la salud, aunque supongo que las cantidades serán tan irrisorias, que sus efectos nocivos serán despreciables.

El producto lo podéis encontrar en esta dirección Two Stroke Smoke Candle, en la web de Flying Tiger Motorcycles.
por solo 20$ podréis dar el campanazo regalando esto a ese buen y viejo amigo motero, al que le llorarán los ojos en cuanto lo vea.