Impresiones sobre el Mundial de Superbikes, en Motorland Aragón. Un espectáculo que muchos se pierden, y no deberían......

Chic@s este fin de semana estado en el circuito de MotorLand Aragón viendo el Campeonato del Mundo de Superbikes. Como siempre, unas carreras extraordinarias con un ambiente muy genuino y propio.
Como no me callo ni debajo del agua, os comento mis impresiones.

Un alto en el camino, siempre con compañía.

Lo primero que me sorprendió fue encontrar mucha más gente, no sabría cuantificar cuánta, que hizo acto de presencia en el magnífico circuito de Aragón y que desde luego superó con creces la afluencia de otros años.
Indudablemente la retransmisión de Televisión Española ha sido un detonante importante para tener más público. Además estaba deseando llegar a casa para ver las carreras desde la web de Teledeporte y pese a una realización un tanto nerviosilla lo cierto es que fue un espectáculo tremendo superando en muchos enteros al aburrido y predecible moto gp, al que sólo salva el forofismo de los aficionados por uno u otro piloto.

Aún así era desalentador ver las gradas semivacías, pero siendo positivos insisto en que acudió más gente que el año pasado, que por otra parte fue penoso en cuanto a asistencia. Quizá el peor que recuerdo...

Hay algo que me gustaría destacar, y no es otra cosa que marcar lo diferente qué es el público de uno y otro campeonato. Como he venido observando desde hace muchos años, el público de Superbike aplaude y jalea a cualquier piloto sea cual sea su nacionalidad. Es normal aplaudir tanto al ganador, cómo a los pilotos de un segundo o tercer grupo que han dado espectáculo.

La zona de "avituallamiento" estaba bastante concurrida.

Digamos que no es un público forofo e hincha, sino un público entendido y verdaderamente motero, qué vive este campeonato como un deporte con todas sus implicaciones morales.


También me gustaría comentar el esfuerzo que ha hecho el circuito al instalar unas enormes gradas en la zona que antes era la pelousse, previa a la larga recta.

Hubo algo que me llamó mucho la atención y que compartimos muchos de los que estábamos allí. En la carrera de Supersport pudimos ver a las MV Agusta F3 evolucionando en una muy buena carrera, para ser unas máquinas totalmente nuevas y carentes de referencias. Gran parte del público, en el que me incluyo, disfrutamos de ver el nombre de la mítica marca italiana en competición. La admiración y respeto que hubo siguiendo los rugidos de las mv fue proverbial.

Al igual que el comportamiento en las gradas fue modélico también lo fue en las salidas y entradas al circuito con respeto absoluto a la gente de organización que organizaba los parkings y a la Guardia Civil que ordenaba el tráfico casi con aburrimiento, ya que todos circulamos en una perfecta caravana hasta llegar a las carreteras que debíamos tomar para llegar a nuestro destino. Modélico.

Todos atentos a las magníficas carreras

Antes he citado de pasada algún detalle sobre la retransmisión de Televisión Española. Lo cierto es que es realmente fantástica. Al llegar a casa lo primero que hice después de la duchita y la cena de rigor, fue dirigirme a la web de Teledeporte para ver las carreras. Es maravilloso estar escuchando detalles y secretos de la carrera, por parte de Rubén Xaus y Joan Lascorz, como pilotos que recientemente han dejado la competición por uno u otro motivo.... Consiguieron hacer un conjunto ameno, interesante y en ocasiones divertido. Como no, Marc Martí también pone su granito de arena, con una locución sensata, en la que incluso parece que se que se encuentra más a gusto que en su anterior etapa de MotoGP, como comentarista secundario.

Resumiendo he disfrutado de un magnífico fin de semana de carreras con el campeonato que más me gusta el de Superbike.

Cómo no también destacar el comportamiento de mi veterana y admirada Yamaha FZS 600 Fazer, compañera inseparable de fatigas, que me proporcionó un viaje placentero cómodo y a buen ritmo. Es de bien nacidos ser agradecidos.

Ya estoy contando los días para mi próximo gran viaje que no es otro que el de la asistencia al Gran Premio de España en Jerez de la Frontera. Un campeonato que puede que no sea tan puro, pero que tiene el encanto del exceso, la multitud, y de estar en esa magnífica tierra gaditana. Ya queda menos....