CUANDO EL MOTO CROSS ES UNA PASIÓN, nacer en una familia de tradición motera le cambia la vida a uno, en mí caso, esta pasión no vino porque a mi padre le gustará o no, simplemente, tenía una tienda de motos y desde pequeño era lo máximo a lo que mi mente podía dar, no existía otra cosa, otro futuro, LA MOTO.
Dentro de esta obsesión, solo existía el moto cross, leía las revistas de motos atónito a cada novedad, Yamaha, Honda, Bultaco, Montesa y yo que se cuantas marcas más, coleccionaba catálogos, compraba libros y siempre, siempre, estaba la pelea con mi madre para me dejará tener una moto, ya se sabe, en casa del herrero... pero al final, al final del túnel, siempre está la luz, a los 14 años me regalaron mí primera moto... una TORROT CROSS 50.
Raudo y veloz comencé a usarla, mi hermano por entonces tenía, antes que yo, una Torrot de las nuevas, con depósito de joroba en PVC SUPER CROSS 49 y ya corría en la Base Naval de Rota. Le cambié los amortiguadores, guardabarros PURSANG y empecé a correr en Rota también, al final conseguimos un motor de 6 velocidades preparado de Alemania, ¡Guau! para ir al Mundial quedaba poco...
Buenos tiempos aquellos, te apuntabas en el taller de motos Alfonso Marín de El Puerto de Santa María, gran amigo nuestro, eternos viernes y sábados a puerta cerrada preparando la moto, y el domingo, a la Base Naval de Rota, gran circuito donde los haya, hamburguesas en la terminal para desayunar, primera manga, hamburguesas de media mañana, segunda manga, trofeos y...perritos calientes con chile en el circuito de Karts, ¡¡ Eso si era correr moto cross y no lo de hoy en día!!
En Alfonso Marín conocimos al bigote, Juan Cañadilla, incondicional donde los haya, era nuestra salvación, con él podíamos ir a correr el Campeonato de Andalucía, cogía el camión Avía que tenía mi padre matrícula 80.000 en color butano o la Siata 50, no había carretera por recorrer. En esa época mi hermano tenía ya la Fantic Regolaritta Competizione de 75cc, amortiguadores Sachs de gas sin muelles, EL FUTURO, al final le tuvimos que poner unos Betor de toda la vida. Fue la primera moto que tuve que tenía bajos, sí has leído bien, bajos, en el lado opuesto al volante de inercia, llevaba en el cigueñal un contrapeso de narices que hacía que la moto tuviera un par motor envidiable en aquellos tiempos, era como llevar mantequilla.
Paso el tiempo y conseguí que mi padre me diera una PUCH M82 y empecé el Campeonato de Andalucía un poco más en serio, gran máquina, quizás la mejor que he tenido, lo siento MIGUELXR33, sé que es duro pero, la tuve.
Carrera en los terrenos del actual Carrefour Sur en Jerez de la Frontera, gran día de carreras |
¡¡Por fin!! Convencimos a mi padre y sin el beneplácito de mi madre, me compró una DERBI RC125 para disputar el Campeonato de Andalucía de Moto Cross, aunque las dos primeras carreras las disputé con la PUCH. Ese año y después de muchas penalidades quede 4 en el campeonato y fui seleccionado para la final de la RFME en Madrid pero, con esa DERBI no se podía ir y aunque guardo grandes recuerdos, tengo que decir que es una de las peores motos que he tenido en mi vida, recuerdo que te dejabas los riñones en los saltos, el chasis por abajo era plano de dar con el suelo... en una ocasión, disputando una carrera del Triangular Motociclismo de Moto Cross en Sanlucar, con un terreno de lodo hasta las manillas, las cuestas las tenía que subir en 1ª cuando las HONDA, YAMAHA, SUZUKI me pasaban en 3ª o 4ª a fondo, ¡el motor ni se veía! tenía mas recovecos que el motor de un Hummer, pero en fin, era la Campeona de España con Toni Elias, ¿Que tendría aquella moto de Derbi en su interior?
Entonces, ¡¡Mi primer sueldo!! Vendí la DERBI y me compré una HONDA CR125R y corrí mis últimos Campeonatos de Andalucía incluido el primero de Super Cross. Ya rondaba los 23 años en 1989 y tuve que decidir entre trabajar en serio o seguir con las carreras y como ya he dicho, competía por diversión y el futuro empresarial me esperaba pero, eso ya es harina de otro costal.
Al pasar los años, en 1999, si 10 años después, tuve la oportunidad de comprarme una HONDA XR250 y aunque no me gustaban los "CARRILES" me di cuenta que con 33 años los circuitos se me quedan grandes y era una opción de volver al mundo de la moto, desde entonces no he dejado de tener motos y cada vez me gustan más, volví a recuperar una Mecatecno DragonFly que tuve, me compre una HONDA VF500F de 1986, tengo otra igual en restauración, una Scoopy 75 de 1987, AL FINAL...
¡¡ CADA EDAD TIENE UN TIPO DE MOTO Y YA, SOY MAYOR...!!
Por cierto, tengo 46 años y aparte de sentirme joven, de mayor espero tener una auto caravana con taller para recorrer mundo con una moto de carretera y otra de moto cross...
3 comentarios:
Ole y ole, Miguel Angel.
Una deliciosa historia, como siempre...
Por cierto, yo tuve la oportunidad de ver esa magnífica VF 500, en una de mis "bajadas" a Jerez donde me acogiste y obsequiaste con generosidad, en perfectísimo estado de revista. Una gran moto, al igual que su dueño.
Gracias por tus elogios aunque, el placer fue mió al tener el detalle de venir a verme a mi casa y quedo comprometido en ir a verte cuando sea "mayor" y tenga esa auto caravana de la que hablo en mis sueños, me imagino de viejos hablando de nuestras batallitas Voromv-moteras.
¡¡Un saludo y un abrazo!!
¡¡¡Muy bien!!! Ya sabía yo que tenías anécdotas sabrosas que contarnos... todos tenemos algo que contar y tenía claro que si tu has corrido tienes que tener "un saco"
Ale, te emplazo a que poco a poco nos vayas contando... pero eso sí ¡no todo el mismo día! :-D
Me alegro que estés de vuelta amigo...
M.
Publicar un comentario