1 de 5- Aquellos maravillosos años 50 y 60...
Hasta 1968, los límites de los motores de competición solo se medían por su cilindrada, por lo que la imaginación (y la capacidad productiva) era lo que dictaba cuantos cilindros utilizar, y brillaron mecánicas sumamente originales.
Moto-Guzzi 500 V-8 1955 |
MV-Agusta 500 L-6 1957 |
Sería casi una década después cuando Honda, tras haber aprendido lo que era el Campeonato del Mundo, se decidió en 1966 a atacar a fondo con una serie de maravillosas motos a cada cual con cilindros más pequeños: una 250 y 350 (realmente 297cc) de seis cilindros, y la increíble 125cc de ¡cinco! cilindros, veinte válvulas y ocho velocidades.
Honda RC-146 125 L-5 1966 |
Honda RC-174 297 L-6 1967 |
Este impresionante despliegue nipón hizo que MV-Agusta volviera a plantearse el volver al seis cilindros, e incluso llegó a probar una 350, pero la limitación que puso la FIM de dos cilindros para 125 y 250 y cuatro para 350 y 500cc (aparte de seis marchas para todos) cerró la puerta a estos maravillosos ingenios mecánicos diseñados única y exclusivamente para ser los más potentes de su categoría.
MV-Agusta 350 L-6 1967 |
2- Los 70: Llegan las seis cilindros matriculables
1 comentario:
Es increible, para la época, la complejidad mecánica de esa Moto Guzzi...
Fue un motor puramente teórico, al que la técnica del momento, no era capaz de hacer funcionar correctamente.
Ese modelo siempre me ha cautivado.
Publicar un comentario