Hay motos que sin saber por qué te tocan la "fibra".... Os comento cositas sobre la Voge 525 DSX.

Hay motos que no sé por qué extraña razón, te tocan la fibra y consiguen estar en tus pensamientos. No hace falta que sean muy potentes, ni siquiera muy caras. Simplemente te ves encima de ellas haciendo las cosas que te gusta hacer, que en mi caso que ya llevo muchas batallas y años encima, es disfrutar de la ruta y echar unas risas con los compañeros que participan en la misma.

Y claro habrá que decir que moto es esa que últimamente me tiene un poquito "obsesionado" (tampoco es para tanto)… que además ocupa un segmento poco habitual en los fabricantes japoneses, si exceptuamos a Honda con su veterana saga CBX, y que recientemente se ha puesto al día de una manera muy interesante.

Estoy hablando de la Voge 525 DSX. Seguramente es una moto que no destaca en nada y que para muchos se quedará definitivamente corta de prestaciones y larga de kilos, pero es que creo que estos fabricantes chinos han conseguido redondear sus productos ofreciendo unos modelos muy homogéneos que no destacan en nada, pero que tampoco parecen carecer de nada.

Hablando con Miguel, le doy la razón (como tantas veces) cuando me dice que los chinos entraron en el mercado a precios muy bajos y calidades más justas que la que nos ocupa, para después ofrecer a un precio similar al de la competencia sus motos, pero con un equipamiento infinitamente mayor.

Si os sois sincero, no he llevado nada que tuviera una potencia destacable, en mi larga historia motera, pero tampoco he tenido nunca una moto de este segmento. La cuestión es que ahora lo miro con los ojos de los años que tengo, mientras que si la hubiera mirado antes, seguramente encontraría más carencias.

En las pruebas, destacan la comodidad de su asiento, lo neutro de su comportamiento, el equipamiento exquisito y sobre todo su excelente habitabilidad. No me acaba de cuadrar el triángulo asiento/reposapiés/manillar, pero seguramente será una apreciación mía nada más. De todas formas, he de deciros que no estamos hablando de adquirir una moto como esta al menos en el corto medio plazo, con lo cual no son aspectos que me requieran mucha atención, pero sí que es cierto que si tuviera que comprar una moto hoy, esta no estaría muy alejada de mis pretensiones.

Con todo esto, quiero explicaros que nuestras preferencias van evolucionando con el tiempo y que en mi caso sólo necesito algo que me permita ir a velocidades legales, con holgura y muy poco más. Mi pareja colgó el mono y el casco hace tiempo, y mis viajes solo exigen una maleta de equipaje, con lo cual la escasa potencia no se vería excesivamente lastrada con un sobrepeso importante.

Me gusta mucho su conectividad Bluetooth, con el teléfono, su cuadro de instrumentación TFT, que a decir de todos, es de bastante buena calidad.Me gusta que sobre todo, es una moto muy convencional en cuanto a su diseño. No tiene nada que desentone, no tiene detalles estrafalarios y se nota que está hecha por gente que sabe hacer motos y que sabe ir en moto. Un detalle que me parece destacable, es esa pantalla que se puede accionar con la mano sin necesidad de pomos, manetas ni tornillos de difícil accionamiento. Si funciona, me parece la mejor idea que existe en el segmento trail hoy por hoy. Es importante poder bajar la pantalla cuando vas por campo, y proteger hombros y casco cuando circulas por carretera. Y parece que lo consigue.

Su precio es muy correcto estamos hablando de una oferta de 6.187€, y que con tan solo 600€ más, podemos contar con unas maletas de aluminio propias de la marca, lo cual me parece fantástico.

El motor es una evolución del anterior 500, que en realidad era un 471cc, mientras que ahora cubica prácticamente los 500, quedándose en los 494cc. La potencia se mantiene, pero el par aumenta significativamente, si tenemos en cuenta el segmento del que estamos hablando. Por lo que comentan quienes la han probado, el motor está más lleno en bajas y medias revoluciones, ofreciendo un empaque de una moto de mayor cilindrada, sacrificando la zona alta en la que, como ya es característico en este tipo de motores, se sube de revoluciones pero la producción de potencia y par disminuye a medida que nos desplazamos a la zona roja.

Como esto solo es un artículo de opinión y no es necesario que se pruebe nada para tener una sensación que expresar, os digo que creo que este tipo de motos hacía mucha falta en el mercado. Y más si hablamos de unos tiempos en los que por unas u otras cuestiones, las economías domésticas se han visto más apretadas de la cuenta.

En los comentarios podemos hablar sobre el tema y comentar si han aumentado los espacios entre revisiones, lo cual no significa nada bueno ni malo, simplemente distinto.

Aunque es un motor de otra familia, hace unos días pude hablar con el propietario de una Benelli TRK 502 con 107.000 km,  destacando que no ha tenido problemas dignos de mención, aunque ha tenido que cambiar varias veces el cuadro TFT por diversas cuestiones, como máximos contratiempos experimentados.

Estamos en un período de tiempo en el que la restricciones medioambientales van a ir abriéndose paso, y el tener una moto sencilla y agradable, va a ser más importante que otro tipo de cuestiones. Quizá sea más importante cumplir con la norma más alta anticontaminante, y prescindir de algunos caballos.

En fin motos lógicas para motoristas lógicos, en tiempos en los que la lógica puede ser el factor que provoque un acierto mayor.

¿Y vosotros qué opináis? ¿merecen la pena este tipo de motos o quizá el calor me ha ablandado los sesos más de la cuenta?