05 octubre 2015

Las anécdotas de mis amigotes de las motos -11- Manchi: "Sidecar, bendita locura" (parte cuatro de cuatro)

Terminamos la primera narración del amigo Manchi, donde nos cuenta qué es un side-car y porqué enamora tanto. Si te perdiste la primera parte, pincha aquí y luego sigue los enlaces.

11- Sidecar, bendita locura. Por Manchi

Y capítulo 4: los viajes

Despues de aquella primera transpirenaica nuestros viajes han sido muchos, la mayoría cortos y por la península, pero ha habido unos cuantos más o menos largos.

Desde que la tenemos poco a poco nos hemos ido complicando la vida, en verano de 2014 realizamos un viaje por los Alpes on-off, subiendo hasta la cima de Europa tanto por asfalto en el Col de la Bonette, donde superamos por poco los 2800 metros, como por caminos: en el Sommeiller alcanzamos los míticos 3000. Fué un viaje maravilloso.

Hasta ahora todos nuestros viajes veraniegos los habíamos hecho en moto pero para este viaje había una premisa que era la de la ir de lado a lado con la casa a cuestas (camping) y además llevar el perro (igual que hicimos en la transpirenaica). En ninguna de las motos que tengo puedo cargar al perro y todos los trastos de camping y además poder hacer campo...así que ese viaje lo hicimos con la Ural, que además nos permite turnarnos conduciendo y no me arrepiento en absoluto ¡menuda experiencia!

¿Ya he mencionado que el sidecar reune los inconvenientes del coche y de la moto? En este caso eran las ventajas: capacidad de carga del coche (no tanta pero casi) y contacto con la naturaleza propio de la moto. Además el side te permite ir en ropa "de calle" y en verano puedes ir fresquito y cómodo, aunque esto es más una opción personal: hay que valorar que si tienes un accidente vas poco protegido, aunque por otro lado el propio side elimina muchas posibilidades de caida (lentas, en parado etc).

Después de este maravilloso viaje de 20 dias tocaba cumplir otro de mis sueños que no era otro que el de ir a una auténtica reunión invernal, y me refiero a una invernal "de
verdad", de las que se hacen en Europa a muchos grados bajo cero y con nieve y hielo.

La elegida fué el Rally des Cols Blancs, realizado durante el mes de enero de 2015 en plenos Alpes franceses. Una reunión diseñada especialmente para sidecares (aunque también vino un tipo con una moto y patines laterales) Nos enfrentamos a condiciones realmente duras tanto de temperaturas como de estado del piso: zonas heladas, zonas con nieve profunda sobre asflato (hasta 20 cm), alguna tempestad de agua y nieve...en fin, lo que se dice "un completo".

Las sensaciones fueron únicas, espectaculares, casi diría que indescriptibles en algún momento y ninguna de las fotos que pueda enseñaros os pondrán en el lugar de aquello.

La Ural estaba en su salsa en esas condiciones invernales, gracias a su tracción 2WD podías circular con toda seguridad, incluso detenerte y arrancar donde otros vehículos ya no volvían a arrancar a causa del suelo helado.... en fin algo realmente épico.


Una aventura que sin duda repetiremos.





Por cierto, ya andamos por los 26000 km y seguimos encantados con nuestra rusa.  








Esta anécdota ¡y muchas más! en Relatos / Las anécdotas de mis amigotes de las motos

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