22 julio 2012

OPERACIÓN VERANO. 1987-1992: el gran lustro de Honda en España (y el mundo)

Llega el verano profundo... y otro año más vuelvo a estar lejos de mi ordenador (cosas de no tener portátil). Así que repito mi Operación Verano, recordando algunos de mis envíos de estos dos años ¡Disfrutar del calorcito y mucha moto!

1987-1992: el gran lustro de Honda en España (y el mundo)  

Últimamente he leído o escuchado que Honda en España tiene una fama de "fabricar las mejores motos del mundo" que no merece.Es cierto que estos últimos años sus motos han sido líderes de ventas y/o de atracción por parte de los aficionados en contadas ocasiones. También podemos estar de acuerdo que su política de eliminación de modelos míticos en la marca no tiene mucho sentido, más si tenemos en cuenta la  cantidad de clubs exclusivos o sus precios de segunda mano. Pero los jóvenes por debajo de los treinta debéis tener en cuenta que los que superamos vuestra edad vivimos un lustro en el que la marca del ala simplemente acaparó en prácticamente todos los segmentos los primeros puestos de ventas, desde el asfalto al cross pasando por el trail, de 75 a 1300cc. Sus pilotos ganaban carreras y campeonatos con sus motos de competición. Fue desde 1987 a 1992: los años en que Honda lo lideró todo, dejándonos esa imagen grabada en nuestro subconsciente.


Asfalto.
Si empezamos por las motos de carretera, el gran icono de la época fue la CBR 600 F: la moto total con la que viajabas solo o acompañado, ibas a por el pan o te metías en circuito. Todas las versiones de chasis de acero, durante una década entera, fueron auténticas superventas que apenas dejaban migajas para las otras marcas… cuando las Honda se agotaban de las tiendas.

La hermana mayor CBR 1000 F siguió un camino, si no tan exitoso, muy similar… pero era ensombrecida por la magnífica VFR 750 F´90, hermosa y bien acabada como pocas… sólo tenéis que ver las muchas que todavía circulan y el buen envejecer que tienen.
Para los más tranquilos, Honda atacaba en dos frentes distintos con su prolífico V2 de biela desfasada de 600-750 (un motor que volveremos a ver). Como moto simple de radio medio estaba la Reveré, con su cardan y anchos neumáticos.

En Custom, la Shadow 600 sorprendía con una estética auténtika que sigue teniendo muchos seguidores.

En Gran Turismo poco hay que decir de otro icono de la marca, la impresionante Gold Wing, que por entonces comenzaba su andadura con 1500cc ¡y marcha atrás!
Para complementarla con menos aparatosidad, aparecía una moto que puso de acuerdo a todos los turísticos: la PanEuropean.

En aquella época los dieciseisañeros solo podían conducir motos de 75cc, y las que más molaban eran las MBX “Hurricane” y luego las NSR 80.

Si pasabas por Barcelona, la encontrabas llena de un scooter de ¡rueda alta! que se ganó la fama de simple y robusto que aun le dura: el Scoopy 75.



 Competición.
Al igual que las RS 125 (¡muchísimas!) y 250 para Gran Premio, la RC 30 (VFR 750 R) representó el arma definitiva para los pilotos de SuperBike y Resistencia: una auténtica moto de competición con lo justo para poder homologarla… la moto que acabó con los fabricantes artesanales.

En off-road, las  CR 125, 250 y 500 de 1989 sentaban las bases de lo que iba a ser una cross moderna: monoamortiguador con botella lateral, horquilla invertida, dos discos, escape low-boy…

En el 91 llega oficialmente a España la “todo-terreno del aficionado”: la XR 600 R. Un éxito mundial que igual veías compitiendo en enduro, cross-country, raids tipo Baja, Dakar y similares, los inicios del SuperMotard, en Rallys de asfalto… como cargada de pertrechos y llevando a su feliz propietario hacia las arenas de África.

Hay que recordar que por aquel entonces Montesa-Honda apoyó a Sito Pons, que logró un subcampeonato y dos Campeonatos del Mundo de 250cc, Carlos Cardús otro subcampeonato y que Álex Crivillé logró la primera victoria española en 500cc, todos  con NSR oficiales.


Trail.
Aunque el concepto original de Trail no se puede achacar a Honda, sí hay que reconocer que fueron visionarios con su “desmarque” del aspecto campero del guardabarros alto, faro con máscara y portanúmeros. La TransAlp comenzó a sentar las bases de moto para todo desde un punto de vista muy asfáltico, tan acertada que sigue básicamente igual veinte años después.

Con una base similar en chasis y motor (el V2 de biela desfasada que comentaba antes), llegó la gran reina de África, la Africa Twin. Su imponente aspecto dakariano, junto con un comportamiento válido para todo, la convirtió en la moto de los aventureros. Una moto que sigue muy reclamada por el mercado de segunda mano… y por asociaciones que en Internet demandan su retorno.

Finalizo con la “CBR de las trail”, la Dominator 650. Su aspecto todo-terreno con fibras de poco volumen, y su comportamiento deportivo tanto en asfalto como en tierra acabó con la competencia, que intentaba imitarla sin éxito. Otro modelo que incompresiblemente dejaron desaparecer sin evolución.


Aunque extensa, seguro que en esta colección de modelos me dejo alguna que también merece estar en este grupo… cosas de la edad y la memoria. Solo recalcar que si algo caracterizó a todos estas motos es algo que hoy en día puede ser habitual, pero con lo que Honda sentó cátedra: calidad de acabado. Motos bien diseñadas, bien hechas, bien terminadas y sobre todo robustas. En mis últimas visitas al Ricardo Tormo he visto representaciones de todas las anteriormente nombradas… de todas, y muchas de ellas, con más de veinte años a cuestas, envejeciendo con gran dignidad.
Estas y muchas mas motos del ala dorada fueron las que nos convencieron que Honda era la mejor marca del mundo… entonces. Hoy otras marcas buscan ser consideradas la número uno… pero esa es otra historia.


UN COMENTARIO PERSONAL DEL AUTOR:
 Seguro que después de leer esto, muchos me considerarán Hondista … nada más lejos de la realidad. De joven buscaba una XL 125, pero acabé con una Vespa 200. Soñaba con una Dominator, pero compré una mucho más barata GS 500 E. Dije a todo el mundo que compraba una CBR 600 F, pero llegué con una TDM 850. Siempre he preferido las BMW R-RT a las PanEuropean. Ni se me ocurrió buscar una Elsinore 250 cuando corría con mi Bultaco en cross-clásicas. He querido comprar una Africa Twin, pero he acabado con una Big 750. Eso sí, una Honda sí he tenido: con la XR 400 no había más opción… que la XR 600 con la que disfruté seis años. Pero en todos estos años, cuando pensaba en comprar moto, siempre rondaba una Honda. Por algo fue.

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