En el anterior Gran Premio de MotoGP, el de Hungría en el nuevo circuito de Balaton Park, las Moto-E corrieron acompañando al circus. Y, como está ocurriendo esta temporada, las audiencias continuaron a la baja, se desplomaron todavía más. Al parecer a nadie le interesa ver carreras de apenas cuatro vueltas con motos grandes y pesadas que no hacen ruido. No hay motores rugiendo, no se escuchan cambios de marcha, sólo un monótono zumbido, el rozar de cadenas y neumáticos. Y encima las motos son iguales, con carenados simples, sin alerones, todos idénticos. Todas corren lo mismo por la recta, todas frenan tarde por el sobrepeso. Es un campeonato monomarca donde no hay novedades, no hay diferencias, nada llama la atención más allá de lo lejos que van cuando caen o en qué posición van a acabar sus secundarios pilotos. Así que los rumores negativos aumentan: que Ducati no va a renovar su contrato de suministro, que los equipos ya no quieren invertir en su participación, que los organizadores de carreras están más interesados en el próximo campeonato Bagger con enormes, ruidosas y exóticas Harley-Davidson, que en un campeonato silencioso, corto y aburrido. Que, en definitiva, Moto-E tiene los días contados y no llegará a 2027.
A ver, que levante la mano quien no imaginaba que esto podía pasar...
Sigo sin estar muy entusiasmado con los vehículos eléctricos, más con las motocicletas. En nuestro mundo la autonomía nunca ha sido mucho problema, quien no ha tenido motos de carretera con menos de 200 kms de rango. Pero sí lo es el peso, y eso en las motos eléctricas está relacionado con la autonomía. Hasta que alguien no descubra la batería que pese dos kg, permita hacer 300 kms en carretera 'a ritmo' y se obtenga reciclando botellas de plástico arrojadas al mar, una moto eléctrica va a tener problemas graves de sobrepeso, y eso con autonomías ridículas que, además, exigen largos tiempos de carga. Ver los loables pero infructuosos esfuerzos de algunas marcas por hacer motos 'de viaje' con posiciones cómodas y grandes maletas, pero luego con apenas 150 kms de autonomía, y sin correr, ha espantado a mucho 'creyente'. Lo mismo con las deportivas, con más de 250 kg de tara y que hay que conducir a 90 por autovía para asegurarse llegar con reservas a tu zona de curvas favorita. Para rematarlo, baterías grandes son igual a precio alto... muy alto. Así está pasando con la mayoría de marcas: tocadas y hundidas.
Pasemos a la competición. En Trial están prosperando porque el consumo suele ser bajo y cada vez se celebran en recintos más pequeños, ideales para tener una rápida 'asistencia' que cambie baterías extraíbles o donde haya un generador con el que darle 'un chute'. Lo mismo se puede decir en Super-Cross, con carreras intensas pero cortas. En Enduro estilo Cross-Country, a poco que el circuito tenga forma de 'ocho' tienes posibilidad de asistencia en cortos recorridos. No es lo ideal si quieres ir 'un poco más allá', como se ve en Raids, o Enduro 'normal', pero en el off-road lo eléctrico tiene hueco. Eso sí, en cortas distancias.
Lo eléctrico necesita evolucionar ¡compitiendo!
![]() |
En 2019 comenzó Moto-E con una Energica Ego sin luces, con componentes de carreras... y hasta ahí evoluciono |
En 2023 llegaron las Ducati V21L a MotoE, prototipos fabricados en cortas series... pero que no evita que siga siendo una copa monomarca y con mínima evolución |
Y así estamos. Al parecer Ducati no quiere renovar su acuerdo para suministrar motos de carreras eléctricas... por algo será. Se dice que desde China la marca Kove ha levantado la mano para ofrecerse. Pero para el organizador surge el problema: ¿Dejará que los chinos entren, con el riesgo de perder el control en unos pocos años gracias a sus políticas expansionistas?. ¿Acabará Liberty Media con Moto-E, más ahora que llegan las H-D King of the Baggers en 2026?. Porque habrá que 'hacer hueco' en las carreras, y seguro que más de un circuito preferirá las ruidosas, exageradas y exóticas H-D con maletas y carenado 'bat-wing' que a las sosas y silenciosas eléctricas... lo cual es un claro contrasentido ante tanta Agenda 2030 y políticas anti-contaminación. A mí dame ruido y humo, y luego si eso me vuelvo a casa en mi Tesla...
La solución para las motos eléctricas en carreras de velocidad siempre ha sido y es la misma: Fórmula Libre. Sí, llegará Mugen, con el respaldo de Honda, y arrasará ante intentos valientes pero más pequeños. Pero a lo mejor llega el Grupo Volkswagen y envían a Ducati a pegarse con ellos. Y a lo mejor a BMW le interesa también. Y a más de una marca china, donde podrían hacerse un nombre aplicando lo mucho que saben en automoción eléctrica, más si ganan a marcas reconocidas. Lo que pasó con el desembarco de los japoneses en los sesenta, que generó un salto evolutivo impresionante, con motores multicilindro de dos y cuatro tiempos, cambios de hasta diecisiete marchas, carenados de todo tipo, mejoras en materiales, encendidos, neumáticos, frenos... todo. Y eso es lo que hace falta en las motos eléctricas para carreras en asfalto, estudiar, probar y descubrir nuevas vías en baterías, en software, en motores, en reparto de pesos... en avanzar. Ideas que, como pasó en los setenta, luego llegarán a la calle, a los usuarios.
Lo triste es que, al final, todo acaba en una única pregunta: Ya se ve el salto que están dando las motos eléctricas off-road así que ¿por qué no en velocidad?. Pues simple: ese dinero Dorna siempre quiso que se quedara en MotoGP y sólo MotoGP. Y, me temo, que Liberty Media no lo hará distinto. Veremos.
Totalmente de acuerdo, las competiciones "monomarca" son un atraso, sólo sirve para ver a mucha gente formando pelotones que se adelantan una y otra vez, porque van con motos iguales.
ResponderEliminarA lo mejor es eso lo único que busca dorna/liberty, y lo demás les da igual.