13 octubre 2015

CON EL "A DE PLATA" EN EL BOLSILLO. 48- "Del km 0 al 83 de la N-234" o "la moto como terapia"

Miré un día la fecha del carnet de conducir, y me di cuenta que hace más de veinticinco años que aprobé el permiso importante, "el de moto", el A (en aquella época, A2). Así que me he propuesto daros un poco la brasa y contaros manías y anécdotas que me han ocurrido durante este tiempo. ¿Hasta cuando?... no lo sé, según me vaya acordando (algo difícil con este cerebro cada día más reblandecido que tengo)... o cuando digáis basta...

48- "Del km 0 al 83 de la N-234" o "la moto como terapia"

Aprovechando que el lunes 12, día de La Hispanidad y la Virgen del Pilar, tenía libre me planteé hacer algo de terapia "a lo Miguel", esto es, ir a pasear durante horas para "hablar conmigo mismo". Normalmente encuentro un buen argumento, una "cinta" en mi cerebro que poco a poco voy ampliando, voy derivando hasta que al final llego a lo que me preocupa, "lo discutimos mi mente y yo" y, si bien es cierto que muchas veces no puedo solucionar nada, sí vuelvo con bastante paz interior. Esos paseos solían ser andando, cojer a mi perra Nana e irme tres, cuatro, cinco horas a vagar por la montaña para su disfrute. Pero eso era antes, cuando teníamos una parcela en un camping en plena Sierra Calderona y ahora pasear con mi perra me obliga a usar el coche... y no dispongo de él más que por la tarde. Había que utilizar el "plan B"... la moto.


Hace ahora un mes, después de la caída... 
mucho más dolorido de lo que intento demostrar
He de reconocer que sí, que muchas veces eso de "hablar conmigo mismo" lo he hecho en moto, no tanto como andando, pero también me sirve. El problema es que hay que estar MUCHO más pendiente de lo de alrededor y menos "en la conversación"... un tractor que asoma desde un camino... un coche aparcado en un lateral con aparatos de fotografía... un niño que corre divertido en una travesía... esa grava que no debería estar... ese animal que está demasiado cerca de la carretera... sin hablar de la conducción en sí, de las curvas, de los adelantamientos. Pero es que hoy tenía que ser moto sí o sí, y con motivo: hace unas semanas salí con un vecino a hacer montaña y, después de una mañana magnífica sin sustos, sin problemas, me caí. Y no sé porqué. Era una recta tonta, en ligera bajada... un bache, otro... y de pronto estaba en el suelo. Peor, golpeé casi de lleno contra una piedra grande que había en el camino y quedé muy tocado. No para necesitar hospital, no como para no poder volver la moto y yo por nuestros medios, pero sí muy dolorido... y asustado, la verdad. La muñeca me dolía mucho, el antebrazo también, el casco llevaba un buen golpe... pero lo peor era el costado, pegué contra la piedra por debajo de la axila y me tiré días que apenas me podía mover.

Al día siguiente de la caída ya me puse a arreglar cosas: quitar la pantalla rota, agua y jabón, recuento de daños, un poco de lija, un poco de pintura, colocar la dirección recta... nada más. Ya digo que no sé cómo caí ni iba deprisa. Sin la piedra hubiera sido una tontería. Pero ya con 48 años y medio los golpes "duelen más", tardas más tiempo en recuperarte y, la verdad, afectan más psicológicamente. La Garbí estaba lista apenas dos días después de la caída pero yo... necesitaba más tiempo. Apenas di un paseo casi diez días después, la usé esta misma semana para ir a trabajar... Tenía que ser en moto, necesitaba volver a salir con ella, "reencontrarme" con ella. No iba a ser por tierra, no quería salir sólo por montaña, pero al tener una Trail "de las de verdad" sí podía hacer asfalto... carretera pues.

La ruta, de entrada, no podía ser muy larga, no mucho más de 200 kms... cosas de presupuesto. Además, como iba a ser para "charlar" no debía ser una de mis carreteras de curvas, tenía que ser algo bello, sencillo, que me permitiera disfrutar de la moto, de la vía, y de mí mismo a ritmo tranquilo. Así que, aprovechando que tengo cerca de casa carreteras nacionales, iba a aprovecharlas. Por un momento pensé en tirar hacia el norte, hacia Castellón y más allá para rehacer algo que no hice bien hace unos años... pero no, no era el momento. Además, que leches, hoy es el Día del Pilar, patrona de Zaragoza, así que no podía llegar tan lejos pero sí coger ruta hacia Aragón.

Para ello nada mejor que la N-234, de Sagunto (Valencia) a Burgos y que ya los romanos usaban hace dos mil años (vía romana Saguntum-Bilbilis). Pasa por las capitales de Teruel y Soria pero yo, desde luego, no iba a hacer tanto... mi idea era llegar a Sarrión, unos 100 kms de casa, aprovechando que la construcción de la "Autovía Mudejar" A-23 no ha afectado al trazado original. 
El principio me llevaba por terreno muy conocido porque, además de ser por donde iba al camping, ayudé en alguna carrera ciclista haciendo de moto de apoyo por aquella zona y también era por donde me llevaba a algunos moteros nóveles a que se "soltaran"... antes de meterlos a hacer muchas curvas, claro. Así que Gilet, Estivella, Torres-Torres pasaron sin misterio, aunque sigue estando en mi mente lo difícil que era para los camioneros atravesarlas, sobre todo Torres-Torres, donde los conductores se bajaban, paraban la circulación y pasaban con dificultad su gran volumen.


El acueducto y la torre de Botxí en Segorbe
Toda esta zona frondosa y estrecha (sin arcenes... que de problemas tenían que haber con los averiados) me llevan a la provincia de Castellón, bordeando Soneja y Geldo antes de entrar en el pueblo más grande de la ruta: Segorbe. Con ese nombre ya os podéis imaginar que su origen es romano, y se pueden ver algunos restos de ello, como el acueducto que cruza la antigua travesía. Un tramo más abierto y llegamos a la "zona nueva" de la N-234 que bordea Jérica y enseguida Viver... me espera carretera más normal, para nada estrecha. Las cuestas de la zona eran legendarias entre los vehículos más lentos del siglo pasado, pero mi Garbí ronronea a apenas 3.500-4.000rpm, entre 80 y 100km/h como si fuera llano. 


Asfalto descarnado, curvas peligrosas... así era y es el Ragudo.
Menos mal que no encontré a la chica de la curva...
Pero en unos kilómetros la tranquilidad sé que se va a acabar. Unas cómodas rectas despejadas me llevaban a una rotonda y un cartel mítico en la zona: Ragudo. Los que lo recorrieron por obligación en su momento seguro que recordarán el sitio: muy retorcido, con un trazado raro y difícil, poco intuitivo. Para arreglarlo sigue estando el asfalto tan súmamente mal como cuando pasé por última vez hará unos seis o siete años. Para que os hagáis una idea, hasta cuatro veces tuve que meter segunda en sus terribles "garrotes", y los baches apenas podían ser absorbidas por mis largas suspensiones. Un horror... que hice gustoso de ida y vuelta, claro. :-D Menos mal que antes de llegar a Barracas el asfalto ya es "humano".


Aragón te da la bienvenida...
A partir de ahí... paz. Empezaba a encontrarme a gusto "conmigo mismo" aunque, la verdad, apenas había "charla". La carretera es bella y muy tranquila, por un momento me recuerda a la N-430 cuando pasé Ciudad Real hacia Mérida hace cuatro años. Un inmenso monumento me indica que entro en Aragón, en la provincia de Teruel, y sí, estoy relajado y cómodo. La Garbí funciona sin problemas pese a sus veinticinco años y el clima es algo fresco, como me imaginaba, aunque sólo llevo una camiseta debajo de mi Garibaldi Heritage sin forro térmico. Muy bien. Nada más pasar Venta del Aire la carretera se vuelve más bella y divertida, con curvas de "gas mantenido" a unos 100 km/h... fino fino, me encanta. Además, la cercanía de las estaciones de esquí de Javalambre -Mora de Rubielos- hacen que el asfalto esté muy bien cuidado.



Por fin llego a mi objetivo en el km 83 de la N-234: Sarrión. El pueblo es muy antiguo, pues ya lo habitaron los celtíberos, fue parte de la mencionada vía romana Saguntum-Bilbilis y reconquistada por los cristianos a los musulmanes en el siglo XIII. Como, después de rodar un poco más por allí, entro desde el lado cercano a Teruel, descubro un bello lavadero que, por lo que veo, parece que se sigue utilizando de forma ocasional. Un par de calles y me encuentro con el cuartel de la Guardia Civil, donde engalanados agentes celebran el Pilar, patrona del cuerpo benemérito. Paro un momento al lado de unos motoristas de Tráfico y uno de ellos me pregunta por mi clásica Garibaldi, iniciando un poco de charla entre moteros. Porque me tengo que ir, ya me estaban invitando a tomar algo del picoteo que tienen preparado a la entrada de la casa-cuartel...

Portal de Teruel
Frente a mí el Portal de Teruel, la única entrada que queda en pie de las siete que tenía la muralla que les protegía de las invasiones, y después la plaza de la iglesia... mujeres, hombres y niños con vestidos clásicos de la zona, más guardias civiles de gala con sus familias... procuro pasar despacito, sin molestar la fiesta. Dos vueltas más y salgo del pueblo por el trazado antiguo, el que atravesaba la villa, toca volver para casa.


No, no busco la autovía A-23, pese a que la tengo enfrente y ya son más de las doce. No puedo, no quiero evitar el seguir disfrutando, así que vuelvo por mis pasos. Curvas antes de Javalambre, rectas antes de salir de la provincia de Teruel para entrar en la de Castellón, otra vez el temible Ragudo, y un alto a "vaciar" y hacer unas fotos en uno de los muchos aerogeneradores que hay... y que curiosamente no está funcionando ni una docena. Apenas hay tráfico y no me he cruzado con muchas motos, unas seis o siete, pero la verdad es que es una gozada volver a saludar en ruta, algo que devolvieron todos menos uno, un señor mayor con ropa "de calle" en una SR 250 Special. Nada importante.


Mi reloj de pulsera cogido al manillar me dice que se me está haciendo tarde, pero no puedo evitar el "pasar" de las circunvalaciones de Viver y Jérica y me meto en las antiguas travesías: gente andando por las calles, niños corriendo y jugando, mujeres y hombres arreglados saliendo de misa... la verdad es que ya he dicho varias veces que sí, que las autovías son magníficas para desplazarse rápido de un lugar a otro, pero el encanto de una travesía, notar como late "el corazón" de los pueblos, eso sólo lo ves, lo sientes, si sales de la comodidad y seguridad de las vías rápidas para perder tiempo en las carreteras "de toda la vida".


El problema es que me está entrando la prisa. Cada kilómetro que pasa conozco más la vía y estoy empezando a rodar más rápido. Los escasos 80-90km/h de las rectas ya son 100 y más. Las curvas empiezan a ser más apuradas, noto más problemas al hacer las pulidas rotondas. Así que respiro hondo e intento relajarme, apenas queda una decena de kilómetros para llegar al "0" y no hay que arriesgar.

Volver a entrar en una autovía es un shock... y más cuando va muy cargada sentido Valencia, se acerca la hora de comer y a la gente se le nota con prisa. Y esa prisa me la pegan, así que, pese a que no llevo pantalla y me "como" todo el aire, de pronto me veo a 140km/h. Menos mal que apenas hago unos doce kms. y salgo hacia el pueblo. 



Al llegar a casa tengo una sensación extraña. Estoy cansado (han sido unos 210kms, de los cuales más de 180 de nacional, en apenas cuatro horas), el aumentar el ritmo me ha alterado, y el llegar al hogar no lo mejora: una pequeña discusión por qué comer y donde... y al final voy a comprar algo en el chino. No, no he solucionado nada en mi mente. No, no he llegado calmado a casa por culpa del final del viaje. No, no me siento alegre y con "las pilas cargadas".
Pero sí noto algo... estoy vivo. Las cosas no serán perfectas, pero aquí estoy, sano y con ganas de más. No tendré mucho dinero, no tendré una moto buena, pero tengo lo suficiente para poner gasolina en mi moto, para sentirme acompañado. Y algo muy importante, he vuelto a recuperar mi vínculo con la Garbí. Así que a esperar, llegarán tiempos mejores. Lo tengo claro. Mientras ¡¡que me den moto!!






"A de Plata" sigue aquí: 

49- El día en que mi Tuti vino a casa a llorar por Luis Salom (nuestro sentido homenaje al Mexicano)






5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusto tu relato, sera que estoy pasando momentos similares, solo la vida fluyendo con sus matices. Saludos (patitodr800 en el foro dr800)

Magnum dijo...

Me ha gustado mucho ésta entrada. Mis mejores deseos de que la terapia siga siendo efectiva y el disfrute de la moto despeje tu mente...

Pulgar en alto! Y enhorabuena!! por el mejor SUPERBLOG motero de ESPAÑA.

MiguelXR33 dijo...

Gracias Magnum amigo, la verdad es que se agradecen tus palabras. Hoy he hecho un poco más de terapia... andar y hablar... que también me viene muy bien.

Y en cuanto a lo del mejor SUPERBLOG motero de España... no hace falta que mientas, hombre, con que digas que es el mejor de mi pueblo me conformo :-D :-D :-D


Repito, gracias por los ánimos. Pulgar en alto l3

Unknown dijo...

Me siento identificado. en mi casco siempre hay conversaciones interesantes...
Creo que hasta hay momnetos que tengo mi propia banda sonora, a veces alegre y otras triste.
Me ha gustado leerte.

MiguelXR33 dijo...

Gracias Ricardo, me alegro que te hayas sentido así. Por cierto, si te atreves aquí siempre tenemos sitio, por si te apetece hablar de esas "conversaciones contigo mismo".

Pulgar en alto l3

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