El Ayuntamiento de Murcia pone en marcha las MOTOCACAS, para limpiar la ciudad de heces caninas.

De todos nosotros es sabido que la moto puede tener mil y una aplicaciones, y está que os muestro es un buen ejemplo de como un scooter de 125 puede realizar labores de limpieza.
Su misión: limpiar la ciudad de heces caninas

En Murcia recogen 110 kg de caca de perro cada día

Siete de la mañana. Los operarios municipales de limpieza inician su recorrido por los jardines, parterres y alcorques de las calles donde hay árboles. Estos tres sitios son los preferidos por las mascotas de Murcia centro y barrios para hacer de vientre.

De ahí se sacan cada mañana entre 300 y 350 excrementos. A las 14.30 h, cuando termina el primer turno de limpieza, las motocacas ya han recorrido 50 kilómetros y llevan en su depósito 60 kg de heces de perro.

Justo a las 14.30 empieza el segundo turno, pero esta vez, por los barrios de Murcia y pedanías. En total, unos 30 km de recorrido, de donde se recogen de 250 a 300 excrementos. Otros 50 kilos.

A las 18.30 h, cuando acaba la jornada, entre unos y otros han recogido 110 kg de caca de perro de las calles de Murcia, pese a que hay una ordenanza municipal que castiga con multas de 30 a 300 a los que se escaquean y la dejan en la vía pública.

Es muy difícil multar

El año pasado cayeron en Murcia 63 multas a dueños de mascotas que no recogieron las cacas de sus perros de la vía pública. Aunque parecen pocas sanciones, comparadas con los 110 kilos de excremento que las motocacas hallan cada día en las calles de la ciudad, son justo el triple de las que se pusieron por este motivo en 2006 (21).

Si en Murcia no se ponen más multas, explicaron fuentes policiales a 20 minutos es porque es muy difícil pillar "in fraganti" a los dueños que no recogen la caca de sus perros de la vía pública.


138.000 euros en heces fecales

El Ayuntamiento de Murcia se dejó el año pasado 138.000 euros en la recogida de cacas de perros de las calles de Murcia. Los operarios municipales saben que el problema se agrava más en las calles y jardines de Murcia centro, que en las pedanías, donde los excrementos se recogen de forma manual. En el casco urbano trabajan tres operarios y se usan dos motos que aspiran los excrementos mediante un tubo. Así, el residuo queda en el depósito que para este fin tiene el vehículo.