02 mayo 2013

Preparando el viaje a Jerez, con la lusión de un quinceañero.....

Si algo tiene este peculiar universo motero nuestro, es la intemporalidad de esta afición. Aquí me encuentro esperando la hora para dejar de trabajar, nervioso como un quinceañero pese a estar contando el medio siglo de edad. Y es que hay cosas que no cambian....

Todo empieza con la moto revisada de arriba abajo con suficiente antelación, para evitar problemas de última hora. c
Cambio de aceite y filtro de aire, bujías, revisión general, apretadita de tornillería..... La incombustible Fazer preparada y a punto para que muestre una vez más su robustez y buen hacer.

El equipaje, el mono de cuero, casco y guantes, ocupando la mesa del comedor como si no hubiera nadie más en casa. Todo preparado y a punto.
Ahora mismo estoy confeccionando una lista con las otras pequeñas cosas que no pueden faltar en el viaje. Aseo personal, cargador del móvil, otro juego de llaves, una latita pequeña de aceite por si acaso,  (aunque no consume ni una gota) grasa para la cadena.....
Y cómo no, la bolsita con los medicamentos qué tienen que lidiar con los achaques de las heridas de guerra de esta bendita afición y con los que han sobrevenido por sí mismos cuando se tienen mas de 20x2'5 años.

Está todo en orden, todo previsto, pero aún así no desaparece la sensación de que algo se olvida, de qué a algo voy a echar en falta..... es inevitable.

No es el primer viaje, ni mucho menos, y espero que tampoco sea el último, pero estoy nervioso como si fuera el primero. Ilusionado y con el típico vacío en el estómago provocado por los nervios.

Me espera carretera y mas carretera, muchos kilómetros, mucho pulgar en alto saludando a los compañeros que me encontraré a lo largo del viaje.
Estoy ansioso por pelearme contra el viento..... y ya notó el olor a tierra mojada.

No hay comentarios:

Los 10 artículos mas leídos en el último mes.